El bajista de Panorama vive en Barrocás, el saxofonista del Combo Dominicano en A Valenzá y el teclista de Cinema es de O Carballiño
29 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En Galicia las fiestas van acompañas de música de una buena orquesta. Por ese motivo hay miles de formaciones especialistas en poner a bailar, a reír y a disfrutar al público con sus versiones de temas de actualidad y de pasodobles o merengues. Algunas de esas agrupaciones hasta tienen seguidores que las acompañan de concierto en concierto. Eso es lo que le ocurre a la orquesta Panorama, París de Noia, Olympus, Cinema o al Combo Dominicano, que son las más exitosas de Galicia. En sus filas hay cinco artistas de la provincia de Ourense, aunque dos de ellos dejarán su puesto cuando se acabe la temporada, antes de final de año. Una de ellas es la cantante, natural de Velle, Lucía Sánchez, que está embarazada y se va de la París de Noia para poder dedicarle más tiempo a la maternidad. El otro artista ourensano que deja una de las grandes orquestas gallegas es el guitarrista Borja Iglesias, que cambia la Panorama por el grupo local Nebraska. Lo hace para volver a casa y estar más cerca de los suyos.
El que no se mueve de la orquesta gallega número uno es Giorgio Ramilo. El bajista lleva ya siete años afincado en Ourense. Vive en el barrio de Barrocás, a donde se mudó por amor. Su historia con la orquesta Panorama empezó hace dieciséis años por casualidad. «Es casi la mitad de mi carrera profesional, aunque diría que nací músico, que lo llevo dentro. Venía de tocar en bandas de rock y estaba empezando como montador en esta orquesta, el bajista se puso enfermo, así que me subieron al escenario y ahí me quedé», cuenta. Poco a poco, este bajista vigués de 46 años aprendió a abarcar todos los estilos. «Lo más importante es ser multifuncional. Estoy feliz en Panorama. Ahora mismo no lo cambio por nada, pero soy realista y sé que en algún momento tocará buscar otro trabajo porque no hay cuerpo que aguante este ritmo», confiesa. Lo que más le gusta de su trabajo son: «Las experiencias que vives sobre el escenario, frente a miles de personas; cosas que jamás soñé vivir». ¿Y lo peor? «Estar tanto tiempo fuera de casa, por eso me encanta volver a Ourense y estar con mi chica», termina.
El teclista de la orquesta Cinema es de O Carballiño. Rubén Rodríguez está en las filas de esta formación desde hace una década. Antes pasó por Alarma, Canadá y por el Grupo Futuro de Ourense. «A veces canto algún tema y esos momentos los disfruto muchísimo», admite. A este carballiñés, que también es productor, la orquesta le corre por las venas. Su abuelo fue músico de la Sintonía de Vigo. «Me regaló un piano cuando tenía tres años y ya notó que se me daba bien. Siempre me he dedicado a esto, soy músico, cantautor, productor, arreglista...», admite Rubén, que actualmente vive con su mujer y su hijo en A Coruña, pero no perdona los domingos de visita a la familia para disfrutar del pulpo á feira en la villa del Arenteiro. «Lo más difícil de trabajar en una orquesta como Cinema es tener el sueño cambiado y lidiar con ello para conciliarlo con la vida familiar, conseguir que mis horarios y los de mi niño de tres añitos encajen», dice. Lo que más le apasiona es la sensación de gustarle a tantas personas. El carballiñés da clases de música en Arteixo y tiene un grupo de versiones más modernas que se llama Díselo Flow.
El saxofonista del Combo Dominicano, Osvaldo Zorrilla, nació en un pequeño pueblo de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, y, aunque conserva intacto su acento y su ritmo caribeños, dice sentirse un ourensano más. «Llevo más tiempo viviendo en Ourense que en mi país y aunque voy allí de vacaciones cada año, aquí están mi corazón y mis amigos. Diría que tengo una doble tierra, me siento un latino ourensano», afirma. Vino a España con solo 19 años. «Tocaba en una orquesta y vinimos a participar en la Expo 92. En Sevilla pude conocer a Luis Miguel, a los Van Van... Me quedé cautivado de este país», recuerda. Primero vivió en Madrid, luego en Gijón y después llegó a Ourense, hace ahora 26 años. «Tocaba en la orquesta de planta de la discoteca Bachata, en la calle Valle Inclán. Era todo un éxito, hacíamos lleno todos los días, de martes a domingo. Era la primera vez que se hacía música latina en Galicia», explica el saxofonista. Desde entonces su casa está en la ciudad de As Burgas. Empezó en El Combo Dominicano en el 2013. «La orquesta es otra historia, te cambia hasta el estilo de vida», confiesa. Osvaldo dice que en la suya todo ha ido sucediéndose sin que él apenas pudiese decidir. «Fíjate que a mí me gustaba la trompeta de niño y mira, al final me formé en saxofón», admite. De toda la música, se queda con el merengue. «Por eso estoy feliz, porque estoy tocando el género que más me gusta en una orquesta puntera de Galicia. No puedo pedir más», manifiesta. Eso sí, como espectador, le encanta ir a conciertos de jazz, así que es muy fácil pillarle entre las mesas del Latino.