La asociación APMOU trabaja para conseguir que aumente el número de negocios que aceptan animales de compañía
04 abr 2023 . Actualizado a las 01:21 h.A día de hoy, tal y como apuntan los datos facilitados por la Consellería de Medio Ambiente, Vivenda e Territorio, en la provincia de Ourense hay un total de 93.069 animales censados, ocho mil más que hace tan solo un año. Esto significa que el número de animales de compañía no deja de crecer. Tanto es así, que las últimas estadísticas del INE reflejan que el número de niños empadronados menores de edad es inferior al de mascotas. Además, desde el 5 de enero del 2022, en España los animales de compañía se rigen por un estatuto jurídico diferente: son considerados seres vivos dotados de sensibilidad y se les confiere una consideración de miembros de la familia.
La Asociación Cultural y Deportiva de Propietarios de Mascotas de Ourense (APMOU) es una de las que más se involucra en la provincia para que se respete la ley animal y para conseguir más derechos para ellos. De hecho, gracias a su labor, muchos negocios son Pet Friendly (amigos de los animales) y ya tienen en su entrada una pegatina diseñada por esta asociación que lo indica. «Hace ocho años no los aceptaban en prácticamente ningún sitio y ahora hay casi medio centenar de establecimientos en los que ya no se prohíbe su entrada», explica Inés Quintián, presidenta de APMOU. «Por suerte, la gente se conciencia cada vez más de que son parte de la familia, pero todavía queda mucho trabajo por hacer», añade.
El Café Latorta, situado en el número dos de la calle Samuel Eijan, es uno de los negocios de hostelería de la ciudad a los que se puede acudir acompañado de un animal de compañía. «El concepto de mascota está cambiando, ahora son miembros de la unidad familiar, con lo cual, no es justo que si tu vas a pasar un rato de ocio en familia uno de tus miembros se tenga que quedar fuera», comenta Flavia, la propietaria. Ella y su pareja adoran a los perros, pero su trabajo no les permite tener uno, pues no tienen tiempo suficiente para dedicarle y no tendría la vida que se merece. «Aceptarlos aquí es una forma de ser los tíos de los perretes de la ciudad y disfrutar de su compañía, echando a la vez una mano a la gente que quiera tomar algo con su animal», añade.
La propietaria de Café Central sí tiene una perra, por eso, no duda en aceptar a estos animales en su local de la céntrica calle del Paseo: «Si están al lado de la mesa, con su correa y controlados por su dueño no molestan, nunca he tenido un problema. Además, la mayoría de las personas siempre preguntan primero si pueden entrar con ellos aunque tenemos una pegatina que indica que están permitidos».
Olaia, propietaria de Lola Limón, en el barrio de A Ponte, tuvo claro desde que abrió hace un año que en su local los animales serían un cliente más. «¿Por qué no los voy a dejar entrar? Es como si obligo a los padres a dejar a sus niños fuera. Para mí son parte de la familia», confiesa. Por supuesto, lo primero que hizo fue informarse de la normativa, pues trabaja manipulando alimentos. «Si la cocina fuese abierta no podría dejarlos pasar, eso lo entiendo, pero la mía está completamente cerrada, entonces no existe ningún contacto entre la mascota y el lugar en el que preparamos la comida. Si viene una inspección es totalmente correcto lo que hago», indica.
A Bubela, Amencer, Botánico, Charlotte, Dashi Ramen Bar, KM-O, La Coruñesa, La Pipa de KIF, Miguel, Mira Maruxiña, Mur Marxinal, O Tragaluz y Tea & Nature son los otros negocios hosteleros en los que también se aceptan animales de compañía.
Varias tiendas de ropa se han unido a esta iniciativa, pues mientras el perro esté atado y controlado por su dueño no ven ningún impedimento para que accedan al interior de su local. Desde NdeNube resaltan que tienen bastantes clientes que acuden en compañía de su mascota a comprar. «La gente con animales es muy respetuosa, siempre preguntan antes de entrar aunque tenemos la pegatina que lo indica», dice la empleada de este negocio. «Son lo mejor, a veces más educados que las personas. Yo los acepto porque soy amante de los animales», aporta la propietaria de TrendTantra. «Los perros de mis clientes siempre quieren entrar a saludar cuando pasan por delante de la tienda. Si el dueño no tienen que comprar, son ellos los que insisten para pasar», confiesa una de las dueñas de La Cajita de Costura.
Adolfo Domínguez, Carussa Baby, El Ganso, H&M, Komodamoda, Moda Mía Valle, Sfera, Zara, Mara Complementos, Decathlon City e Intersport son las otras tiendas de moda de la provincia que aceptan animales de compañia, además del Centro Comercial Ponte Vella, que se unió hace unos meses a esta opción.
También hay otras opciones en las que una persona jamás se imaginaría que aceptan mascotas. Una de ellas es el centro de entrenamiento Athletics. «Nós poñémoslle unha manta para que estean cómodos e saiban diferenciar cal é o seu espazo. Así, o dono fai exercicio e o can espera ao seu lado tumbado sen necesidade de deixalo só na casa», cuenta Nestor, el propietario. Y otra de las más sorprendentes es la Barbería Derek. «Si le prohíbes la entrada al perro, se la prohíbes también al dueño. Llegan aquí, les damos agua y una chuchería y esperan tranquilos hasta que acabamos de cortarle el pelo al cliente. Además, nos amenizan el día cuando vienen», desvela Derek, el encargado del negocio.
En Joyería Espino, Sy & Co, Garden Paradelo, Mandarina Home, Mercería Anduriñas, Administración de Loterías El Trébol, Estanco Exp. 007, Le Xin Bazar, Marcos y Molduras Marta, Marcos y Molduras Ríos, Orixe Publicidade, Ourentec Servicios Informáticos, Pista Cero Informática y Super Todo Cien Chino también son partidarios de no prohibir la entrada a los animales de compañía.
Con respecto a los hoteles y pisos turísticos, Inés -presidenta de APMOU- destaca que la situación es mucho más complicada y es donde más estancado está el avance. «En muy pocos sitios aceptan que se queden a dormir y en los que sí, es con restricciones de tamaño o peso, en la mayoría de los casos. Estuve repartiendo hace semanas el nuevo diseño de pegatinas y animando a que se uniese alguno más y no hubo manera».
En la ciudad solo es posible alojarse con un animal de compañía en el Hotel NH -hasta cinco kilogramos de peso-, en el Hotel Irixo y en el Hotel Zarampallo. Los dos primeros destacan que han empezado a ofertar esta opción a los clientes por la alta demanda de personas que la solicitan. Mientras que el tercero explica que lo permiten desde que abrieron hace treinta y dos años. «Sempre fomos familia de animais, ata o meu pai cando abriu o hotel tiña un galo no restaurante ao que saudaba todo o mundo», recuerda Ángeles.