Los representantes provinciales en la Tercera Federación ficharon en busca de gol
04 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cerrado el período de fichajes en la Tercera Federación, tanto la Unión Deportiva Ourense como el Centro de Deportes Barco, intentaron mejorar una capacidad ofensiva que les ha costado puntos clave en las últimas jornadas.
En O Couto, aunque sus 22 tantos no marcan una cifra catastrófica, sí saben que la racha de 10 partidos sin ganar (7 empates y 3 derrotas) tiene mucho que ver con no materializar muchas de las ocasiones que fueron capaces de producir. Por eso llegaron Hugo Padín (Catoira, 2003) y David Rojo (A Coruña, 2000), dos jóvenes valores de la cantera deportivista, que pueden reflotar a orillas del Miño todas las cualidades de dos futbolistas con gran proyección.
El hijo del exourensanista Carlos Padín brilló en las categorías de formación de los herculinos, pero este año no contaron con él en un Fabril con mucha competencia arriba. Por su parte, el de Cee además de marcar altos registros goleadores en la misma cantera, fue capaz de brillar en Tercera pese a su juventud, en el Silva, Paiosaco, Somozas y el filial del Lugo, con el que ascendió y debutó en la Segunda Federación.
Debutarán a buen seguro en un mes de febrero que comenzará este domingo contra el Silva, el primero de los cuatro rivales encuadrados en las cinco últimas posiciones de un torneo todavía muy igualado en su puntuación. Seguirá la visita a Arteixo y otras dos citas como local ante el Choco y el Alondras. El plantel de Jorge De Dios y Toni Otero necesita un plus de confianza.
Por su parte, el Barco comenzó el 2023 con dos derrotas en sus exigentes visitas al Fabril y el Arousa. Los de Edu Rodríguez comenzaron a enderezar la nave con la victoria sobre el Estradense y el empate en Arzúa, pero mantienen solo 2 puntos sobre la zona de descenso, si bien están a solo 3 de los capitalinos y a 4 del corte de la promoción de ascenso. Pese a disponer de grandes referentes en ataque, como Javi Pazos u Óscar Martín, sus 19 goles forjaron uno de los registros más pobres del grupo.
En todo caso, la marcha del guardameta Aitor Arias también les obligó a recurrir a Álvaro Hormiga, procedente del filial del Burgos en la categoría superior, mientras llegaban hombres ya conocidos en el grupo como Antón Concheiro y Manu Morais, este con pasado reciente en Calabagueiros.
Cubrieron así las bajas de Jaime Almagro y Rodri Alonso, con una producción demasiado discreta este año. Los recién llegados están preparados para aportar desde el inicio, en un febrero que arranca en casa frente al Rápido de Bouzas, cuarto clasificado que tienen a siete puntos. Un triunfo ayudaría engancharse a esa batalla. Seguirá el desplazamiento a Viveiro, la visita del pujante Gran Peña Celta C y otro viaje complicado al campo del Silva. Los valdeorreses necesitan, sobre todo, continuidad.