El nuevo negocio del «pizzaiolo» Paolo di Ianni, que ya triunfó con su pequeña propuesta en Pereiro de Aguiar, abrirá sus puertas el día de San Valentín
11 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Como buen italiano, lo que mueve a Paolo di Ianni es la pasión. Esa atracción imparable, esa voluntad sin remedio que le llevó a cambiar de vida hace apenas dos años. Él, que llevaba toda su vida dedicándose al mundo de la moda, decidió cortar con todo y abrir la Pizzería da Paolo. Lo hizo en mayo del 2021, en un pequeño local, de no más de 25 metros cuadrados, al lado de la ITV, en Pereiro de Aguiar. Sus propuestas, sencillas pero completas, convencieron a todos los clientes. «De la simplicidad busco siempre la exclusividad», dice. Tras mucho amasar en aquel rincón, donde la bebida se servía en vasos de plástico y la terraza estaba sobre asfalto en plena gasolinera, Paolo pudo tomar la decisión de cambiar a otro modelo de negocio. «Con este proyecto empezamos hace justo un año. Ha sido un proceso largo y complejo, pero muy apasionante, porque aquí lo hemos dado todo», explica. El resultado es la Terrazza da Paolo, su nuevo restaurante, que abrirá en San Valentín. «Esto es un balcón desde el que asomarse a Italia y descubrir su auténtica gastronomía tradicional», afirma Paolo. Abre en los soportales que hay bajo el parque infantil, en las escaleras que llevan a la calle Progreso, en el centro de la ciudad. «Era algo que nuestros clientes pedían desde el primer día, poder disfrutarnos en Ourense. Les escuchamos y aquí estamos», comenta.
El nuevo local es una evolución de su pasión. Son 300 metros cuadrados de interior y otros tantos de terraza, que habilitarán cuando llegue el calor, pensada también para disfrutar de los típicos aperitivos italianos, con Aperol y olivas, bajo el sol. Todo es nuevo. Paolo ha escogido la tecnología más puntera, basada en la tradición de los pizzaiolos para su cocina y su zona de amasado. El diseño del comedor es la mezcla perfecta entre calidez y sofisticación, entre hogar e industria moderna, con un toque natural que aportan algunos árboles salpicados por el comedor. Las únicas notas de color, sutil, las aportan las obras que el artista Isidro Tascón ha creado específicamente para el espacio, a las que ha llamado Estratos. Lo único que no cambia son las pizzas, hechas de forma artesanal y con ingredientes importados desde Italia como el salami, la mortadela de pistachos o la burrata. A la oferta se suman otras opciones ahora. «Hay entrantes como ensaladas o carpaccio. Hacemos pastas frescas con algunas salsas caseras como pesto genovés o carbonara. Y también tenemos postres, caseros, tiramisú y panna cota», resume Paolo. Todo maridado con una selección de vinos italianos. «Hemos seleccionado los productos más gourmet y trabajado con muchísimo esfuerzo y cariño. Estoy feliz de recibir el apoyo de toda la gente que quiero, que forma parte de este proyecto, y de los clientes. La pasión es lo que nos ha permitido dedicarle todo y ser auténticos», dice.