Una boda en pleno carnaval: los novios vestidos de «hippies» y todos los invitados disfrazados
OURENSE
Uno de los regalos que le hicieron a la pareja fue una charanga, que los esperó a las puertas del Concello de Ourense
20 feb 2023 . Actualizado a las 19:46 h.A los ourensanos Beni Vila y Rubén Docabo les encanta el carnaval. Ella tiene familia en Xinzo de Limia y el en Freás (Castrelo de Miño). Pero no solo disfrutan con la versión más tradicional de esta celebración, también lo hacen con el que se monta en la capital. «El carnaval es una parte fundamental de mi vida», dice Beni. Por eso que nada mejor que escoger el sábado de entroido para casarse. Se dieron el «sí, quiero» disfrazados de hippies y convirtiéndose en los primeros en hacerlo de esta manera en el Concello de Ourense.
Su historia de amor empezó hace más de dos décadas. Beni, de 42 años, y Rubén, de 44, se conocieron cuando eran adolescentes, estuvieron juntos y, por cosas de la vida, cada uno siguió su camino. El destino los volvió a reunir hace trece años y ya no se separaron. Tienen dos hijos, Álex y Mateo, pero no querían casarse. «Nos gusta la fiesta en sí, pero no la parafernalia de una boda tradicional. Con la llegada del covid y algunas circunstancias personales, nos dimos cuenta de la importancia que tiene legalmente y empezamos a valorarlo», admite la ourensana, que no se imaginaba lo que tenía pensado Rubén. El año pasado, en pleno lunes de carnaval, le pidió matrimonio. Le propuso un plan muy concreto: que se casaran el sábado de entroido con una fiesta de disfraces por todo lo alto. Ella dijo que sí. A los pocos días reservaron la fecha en el Concello y arreglaron todo el papeleo. «Al tener tan claro cuándo queríamos que fuera, teníamos que reservar el día», afirma Beni. «Lo único que nos dijeron es que no podíamos ir con las caras cubiertas y que el alcalde no podría casarnos disfrazado, algo que nos hubiese gustado, la verdad», añade.
A sus familiares y amigos la idea les entusiasmó y de hecho todos se pusieron manos a la obra para confeccionar el mejor traje con el que sorprender a los novios. En la boda eran doscientos y, salvo dos o tres que iban de calle, ninguno falló en el atuendo. «Al final, si tú eres de una manera, te rodeas de personas que son de la misma forma. Había mucha gente de Ourense, carnavalera de por sí, pero también otros que venían de fuera y que iban completamente disfrazados, a darlo todo», confiesa Beni. Algunos amigos se vistieron de Estrella Galicia, personalizando los logos con los nombres de los novios, como es habitual hacer ahora con las cervezas de esta marca para las bodas y eventos. «Otros se vinieron desde Palencia todos de guerreros, con disfraces hechos por ellos. En general fue muy espectacular. Nos encantó», admite.
La estampa en el salón de plenos del Concello fue de lo más original y colorida. Entre el público estaban desde la princesa Jasmín a unos cuantos leones. Los novios iban perfectamente ataviados de hippies, igual que sus hijos, encargados de entregarles las alianzas. «Se lo pasaron de maravilla porque para ellos fue una fiesta con sus amigos también, que son los hijos de los nuestros», apunta Beni. Los invitados que no entraron en la Casa Consistorial esperaron fuera, en la plaza Mayor, tomando el aperitivo y disfrutando de uno de los regalos que le hicieron a la pareja: una charanga. «Cuando la vimos al salir nos quedamos alucinando. Estuvimos allí hasta las dos», cuenta Beni. Luego se fueron al Liceo de Ourense para disfrutar del banquete, donde cada detalle era de entroido. «Las mesas llevaban los nombres de los distintos personajes de la provincia», explica Rubén, que confiesa, casi sin voz porque no le queda después de tanta fiesta, que la boda fue todo un éxito. «Estuvo a la altura de las expectativas. Estamos felices y ya le dije a mi mujer que nuestro aniversario no es el 18 de febrero, es el sábado de carnaval», termina.