Un hostelero de Ourense regala con sus hamburguesas un boleto para el gordo de la primitiva
OURENSE
En este local de O Vinteún al pedir la cena corres el riesgo de convertirte en millonario
24 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Bruno Blanco tiene 26 años y es el propietario del bar A Doblada, en el barrio de O Vinteún de Ourense. Lo es por total casualidad y desde el 2020, cuando en plena pandemia sus abuelos, Marina Nóvoa y Pepe Blanco, decidieron que era el momento de jubilarse. «Abrieron el bar en el 86 y yo nací en el 96, por lo que me crie en él. Me daba muchísima pena que se lo quedase alguien que no fuese de la familia, así que me lancé yo a coger el relevo generacional, aunque nunca fue mi vocación», explica. Bruno quiso mantener intacta la esencia de bar de barrio de A Doblada, con sus cafés desde primera hora de la mañana y sus partidas de cartas después de comer; pero también pensó en rejuvenecer un poco la oferta del local. «Aposté por el delivery, el servicio a domicilio, que está en constante crecimiento, y la verdad es que nos está funcionando muy bien», afirma. Y además sumó a la carta tres opciones que se han convertido en las favoritas de muchos clientes: sus hamburguesas millonarias. El nombre no es por lo que cuestan, entre 4,50 y 8 euros, si no por que lo que pueden hacer ganar a quien las compra. Como A Doblada es además un punto de venta de Loterías y Apuestas del Estado, a este ourensano se le ocurrió combinar ambos servicios. Así nacieron unos sándwiches con los que los clientes que los piden pueden volverse ricos. La más conocida es la Gordiburguer, que además de carne, queso, beicon o huevo campero, lleva de regalo un boleto para el gordo de la primitiva que se juega los domingos.
«Es un regalo de 1,5, pero le pueden tocar millones de euros, y para mí sería una alegría tremenda. La mejor publicidad del mundo sería hacer millonario a alguien con una hamburguesa», comenta Bruno. Entre sus propuestas está también la Bonobuguer, que incluye un boleto para la bonoloto; y la Primiburguer, con la que se regala una primitiva. «La verdad es que están funcionando muy bien y ya hemos repartido varias cenas gratis a clientes, porque les tocaron 16 euros y cantidades por el estilo, en las apuestas que les regalamos», comenta Bruno. Sus abuelos, que siguen yendo cada día por el bar, secundan la idea que ha tenido su nieto: «Les encanta».