
Celia Romano celebra los doce años de su negocio, Lakarí en la calle Santo Domingo
13 abr 2023 . Actualizado a las 13:22 h.Celia Romano nació en Ourense en 1974 y toda su vida tuvo una ilusión muy clara: abrir su propia tienda. Siempre trabajó entre el sector de la moda y el del interiorismo así que cuando se decidió a dar el paso de poner en marcha su sueño, lo hizo mezclando los dos sectores. Eso se traduce en Lakarí, la tienda situada en el número 36 de la calle Santo Domingo, que esta semana cumple doce años. «Cuando quité el papel del escaparate la noche antes de abrir, en el 2011, se me saltaban las lágrimas», confiesa. «Este proyecto es muy especial porque verdaderamente engloba lo que más me apasiona. Día a día me sigue gustando y disfruto muchísimo con mi trabajo», añade. Desde seleccionar las prendas que más tarde se venderán en Lakarí hasta interaccionar con las clientas, a Celia le encanta todo de su profesión, y es posible que eso se note en el mimo con el que lo hace.
En Lakarí cada detalle está cuidado y, además, todo se vende. «Sí, no solo la ropa, también los muebles y la decoración. Son nuestra seña de identidad porque al final todo es tendencia. Trabajamos con piezas tibetanas, hindúes, tailandesas... Son únicas y diferentes a todo», explica Celia. Eso es precisamente lo que buscan las clientas Lakarí, diferenciarse, expresarse a través de su imagen, estar cómodas, vestir bien y no ir iguales que la mayoría. La ropa de esta tienda ourensana encaja con esa descripción. «Apostamos por marcas de calidad con un estilo muy diferente y personal. Nuestras clientas son mujeres a las que les gusta verse femeninas, actuales y sentirse únicas», comenta la ourensana.
Si hace un balance de estos doce años, Celia dice que Lakarí fue la mejor decisión de su vida. «Pero sí es cierto que el covid nos ha afectado mucho y todavía hoy sufrimos las consecuencias como que la gente gasta menos en ropa», comenta. «Creo que en este tiempo hemos evolucionado de la mano yo y mis clientas. Ahora veo a mujeres más coquetas y atrevidas, que se lanzan a ponerse estampados y patrones que antes no, y me encanta que sea así. En Lakarí hay un espacio para todas las ourensanas», termina.