Alumnos de la comarca de Celanova idean siete proyectos para mejorar la vida de sus vecinos
OURENSE
Los escolares participan en un plan a nivel nacional que busca potenciar vocaciones, mejorar su creatividad y espolear su iniciativa emprendedora
18 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El claustro de O Poleiro del instituto de Celanova se convirtió ayer en un escaparate de buenas ideas para mejorar la vida de los vecinos de esta comarca ourensana. Siete equipos de alumnos de Formación Profesional presentaron otros tantos proyectos creados por ellos mismos para solventar las carencias que han detectado en la zona. La iniciativa forma parte del proyecto eMprende, impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea dentro del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.
Se trata de un programa piloto que arrancó el pasado mes de octubre y que durante todo un año trabaja la orientación laboral y vocacional en centros de Galicia —además de en Celanova, se está desarrollando en Cangas, Bueu, A Guarda, Moaña y Arzúa—, Extremadura y Málaga. «Parte del itinerario se centra en formar a los alumnos en lo que se denominan competencias blandas, como las habilidades comunicativas o la creatividad, en trabajo en equipo y en autoconocimiento para ayudarles a descubrir esas vocaciones que cada uno lleva dentro. También se les acerca al mercado laboral, poniéndoles en contacto con el tejido empresarial más cercano, con visitas y con clases magistrales», resume Esther Varela, coordinadora para Galicia de esta iniciativa que se desarrolla a través de la oenegé Ayuda en Acción. Ayer, de hecho, los estudiantes tuvieron ocasión de escuchar a los impulsores de Castañas Petelo, de Allariz, y de Queixos Feijoo, de Acevedo do Río. El tercer eje del trabajo que se desarrolla en este plan se centra en motivar a los adolescentes para que sean capaces de crear sus propios proyectos basándose en las necesidades que detecten y presentarlos al público en una feria en la que deben también mostrar sus habilidades para convencer a los visitantes, a los que se les pide que valoren las propuestas.
Las siete que elaboraron los alumnos celanoveses tocan distintas áreas. Hay desde un sistema de transporte público local y de conexión con la ciudad, hasta un plan para mejorar el acceso a la nuevas tecnologías de los mayores, rampas plegables para que las personas en sillas de ruedas puedan moverse solas por la villa y acceder a cualquier instalación, centros para facilitar la interrelación y el ocio de los jóvenes e incluso una piscina cubierta y un museo de la memoria histórica.
Eva Miranda, Lucía Martínez, Lara Gallego se preocuparon por la movilidad, y después de hacer bastantes cálculos, crearon una red de transporte público que tiene la doble vertiente de ser intracomarcal —pensado para enlazar varios municipios de la zona con la villa de San Rosendo— y también para mejorar las actuales conexiones con la capital de la provincia. Para el servicio local, las autoras han diseñado han medido los tiempos y distancias para diseñar varias rutas, con el objetivo de que los pasajeros no estén demasiado tiempo en el autobús. «Además, si son de otras localidades y tienen que llegar a esas paradas desde otros pueblos, pueden llamar par que se les vaya a recoger con un servicio a demanda», explican. En cuanto a la unión de Celanova con la capital provincial, las estudiantes plantean muchas más frecuencias de las disponibles actualmente. «Hay mucha gente que estudia o trabaja en Ourense pero las frecuencias son pocas y los horarios no se ajustan», aclaran. «Por ejemplo, el primero que sale de Celanova sería a las 8 de la mañana, y nosotros aumentamos un servicio más temprano porque para llevar por ejemplo al instituto ya sería muy tarde», ejemplifican.
Iván González Iglesias, Alexia Seijo, Jenifer Rodríguez y Jessica Rodríguez, que bautizaron su proyecto como Prohibido rendirse, se han centrado en los problemas de accesibilidad que afrontan en Celanova personas con movilidad reducida, especialmente aquellas que necesitan una silla de ruedas. «Hay muchos escalones y pocas o casi ninguna rampa tanto para entrar en tiendas a establecimientos de hostelería o incluso a otras instalaciones», cuentan. «Nuestra idea es colocar rampas plegables, que se pueden activar o guardar para que no sea necesario hacer modificaciones en edificios en los que no se puede, como en el casco histórico», añaden.
Sabela García y Ángel Vázquez presentaron la maqueta de una piscina climatizada. «É unha necesidade que temos. Se precisas nadar en inverno, tes que ir a Ourense ou a Allariz. Pretendemos que os nosos veciños non teñan que desprazarse», explican los creadores de esta propuesta que, además, argumentan su rentabilidad recordando que otras localidades con población similar a Celanova sí tienen este tipo de instalaciones.
Daniel Bacelar y Erik Pereira presentaron su proyecto para crear un museo de la memoria histórica en la parte superior del claustro barroco del cenobio celanovese. «Tería tres partes: unha sobre a historia do mosteiro e principalmente do período da Guerra Civil, porque aquí estaba unha das peores cárceres que houbo; outra sería para o Monte da Obra, e unha terceira para O Furriolo. Ademais tería un espazo para ver un documental sobre o mesmo tema e outro espazo para acoller exposicións», resumen.
Ismael Moreno y Cristina Sánchez hablaron con Cruz Roja y con centros sociocomunitarios para testar la viabilidad de su idea para ayudar a los mayores a estar más en contacto con familia y amigos a través de la tecnología. Lo harían a través de clases presenciales especialmente diseñadas para ellos, como demuestra el hecho de que una de las primeras cosas que les enseñarán es «cómo ir a los ajustes del móvil para ampliar los iconos para que puedan verlos mejor».
La falta de espacios para los jóvenes es otra de las carencias que los estudiantes quieren solventar. De hecho Jorge Ferreira y José Luis Armada presentaron un proyecto para crear un espacio destinado al ocio y la cultura en Cartelle en el que hay espacios definidos para distintas actividades y juegos. Hablaban de ubicarla cerca de las piscinas para que también sirviese de refugio en los días de mucho calor. No son los únicos que echan de menos un local destinado a gente de su edad. Hugo Rodríguez y Juan Carlos Robles también diseñaron una casa similar para Celanova. Argumentan que el único lugar que tienen para interrelacionarse son las calles o los bares.
Un buen número de estudiantes aprovecharon la feria para hacerse el carné xove de la Xunta. La Administración autonómica tenía un puesto en el que también informaba de otros servicios y actividades, como las de los campos de voluntariado veraniegos. El centro sociocomunitario de Celanova también tenía su espacio para mostrar las actividades que pueden aprovechar los jóvenes, así como los centros de formación profesional de A Carballeira, A Farixa y Portovello cuyos orientadores informaban a los estudiantes sobre las distintas titulaciones que ofertan. Precisamente fortalecer alianzas entre las administraciones públicas, las organizaciones sociales y el sector privado es otro de los objetivos de este plan piloto diseñado para mejorar el potencial del alumnado de cara al empleo.