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Xurxo Carreño, de tener pánico escénico a hacer reír a más de dos millones de personas: «La carcajada de la gente en directo es adictiva»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Xurxo, en el centro cultural Marcos Valcárcel
Xurxo, en el centro cultural Marcos Valcárcel Santi M. Amil

Es el «influencer» con más seguidores de Galicia y además de triunfar en las redes, tiene su propio espectáculo

21 abr 2023 . Actualizado a las 16:10 h.

Hace menos de un año a Xurxo Carreño le quedaban unos cuantos seguidores en Instagram para llegar al millón y medio. Hoy supera los dos millones. Su crecimiento es exponencial y no para. Empezó doblando vídeos de broma, allá por el 2016, y tardó muy poco en convencer. Ni él mismo sabe por qué, siendo un chico tímido y bastante introvertido. Eso sí, siempre cercano y llenito de paciencia y cariño; esfuerzo y entrega. El caso es que tiene gracia y lo que hace engancha de tal manera que su trabajo ya ha trascendido las redes. El ourensano está petándolo con su monólogo ¡Sin datos no hay paraíso!, en el que se sube al escenario con compañeros como El Cejas. Con este show llenó el auditorio de Ourense en Navidad y ahora está haciendo lo mismo en el Teatro Arlequín de Madrid.

Xurxo también sabe hablar en serio. Lo demostró sin ir más lejos este jueves. Fue uno de los ponentes de la ICC Week y habló sobre la redes sociales y su papel como nuevo medio de comunicación. «Creo que son un escaparate al mundo en el que hablamos de todo tipo de temas que se van actualizando constantemente y que han llegado para quedarse», dijo. El ourensano no solo hace humor y a veces decide implicarse y mostrar su opinión directa, aunque no es lo habitual. «En mi cuenta la gente entra para reírse y lo que hago fundamentalmente es humor. Ahora me dedico a los vídeo reacciones, pero es cierto que cada vez me animo más a mostrar partes de mi día a día, de mis viajes o a posicionarme con alguna opinión. Aunque no me gusta la polémica, siento que este tipo de contenido le da valor a lo que hago y estoy a gusto en esta faceta», admite.

Xurxo empezó haciendo exclusivamente doblajes. De ahí pasó a mostrar su cara, inventándose personajes con distintos filtros que modificaban su imagen. «Ahí la gente te empieza a reconocer por la calle, a decir lo que le gusta y no le gusta... y poco a poco se van moficando cosas. El miedo al cambio existe. Pero por lo general tengo un público muy bueno, que siempre se expresa desde el cariño y el respeto, así que estoy muy contento, y tienden a apoyarme», admite. 

Piensa que la constancia y el amor por lo que hace son las claves de su trayectoria. «Me gusta muchísimo lo que hago y le meto muchas horas. Hago dos vídeos al día, los siete días de la semana», cuenta. Eso sí, nunca se imaginó que llegaría a ser el influencer gallego con más seguidores, ni a llenar teatros, ni a dar conferencias sin que le temblase la voz. «Nunca lo habría pensado porque yo tenía hasta pánico escénico, pero las redes sociales me aportaron, entre otras muchas cosas buenas, seguridad en mí mismo y facilidad a la hora de expresarme», confiesa. De todo lo que hace se queda con las redes sociales. «La carcajada de la gente en directo es adictiva y también es acojonante cuando no se ríen», confiesa. Le encantaría tener su propio espacio en televisión para hablar de la naturaleza en Galicia, un tema que le apasiona desde niño. «Me crié en la aldea así que de animales, plantas y todo lo que tenga que ver con la naturaleza sé muchísimo. De hecho mi pareja siempre me dice que flipa con ese lado porque nunca lo muestro», comenta. Y su proyecto a corto plazo es comprarse una casa. «Tener un lugar mío en el que vivir cuando todo lo demás vaya mal», bromea. Eso sí, no se va a mover de Ourense. «La gente de este mundillo siempre aconseja que te vayas a Madrid pero yo no valgo para estar en una ciudad grande. Es mucho agobio, mucha gente y un ritmo de vida muy rápido y muy caro. Aquí está mi familia, mis amigos, mi pareja, la playa, la montaña y un AVE que me permite ir y volver en el mismo día. No me cierro a tener que pasar una temporada allí si es necesario por cualquier proyecto pero mi casa está aquí», termina.