Hace 55 años el récord del CD Ourense era noticia en «L'Equipe» y «Corriere de lo Sport»

Las gestas futbolísticas de los últimos años tienen nombre propio y el mismo hace referencia a un río de la provincia. El Arenteiro lleva escribiendo algunas de las citas deportivas destacadas de las últimas temporadas en las diferentes competiciones coperas, disputando eliminatorias de tú a tú con equipos como el Atlético de Madrid, y ha firmado una temporada excepcional que se ha saldado con el ascenso directo de categoría.

Un periplo, el del equipo de O Carballiño, que recuerda a la trayectoria triunfal que sellaba CD Ourense en la temporada 1967-1968 y que aún se recuerda como una de las hazañas deportivas de una escuadra futbolística. En aquel curso los rojillos pulverizaron las marcas y conseguían que todas las miradas se centrasen en el campo del barrio de O Couto —por aquel entonces con el nombre de José Antonio, el falangista que acaban de desenterrar de Cuelgamuros—. El Ourense de récord dejó una estadística de esas que marcan época: 30 partidos y 30 victorias. 98 goles a favor y solo 7 en contra. El equipo de hace 55 no era flor de un día y la formación enlazaba las épocas de esplendor de los primeros años 60 del pasado siglo con el descenso de categoría en el curso 1964/65 y la remontada posterior. Estaban en Tercera División y siempre se quedaban con la miel en los labios, al no materializar el ascenso en la liguilla de promoción. Tampoco lo consiguieron en el año del récord, y tuvieron que aguardar al siguiente para subir a Segunda División tras un vibrante encuentro en San Mamés donde Carballeda firmaba el gol de la victoria.

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Era tal la pasión rojilla, como ahora la verde, que en el último encuentro de la ligar 67-68 los ourensanos invadieron el campo del Compostela: quince autobuses salieron entonces de la ciudad camino de la capital de Galicia y un gran número de ourensanos cubrieron el trayecto en sus coches particulares. Televisión Española grabó el encuentro y se llegó a plantear la posibilidad de emitirlo en directo, algo inaudito en el caso de un equipo de Tercera División y en los tiempos en que la única cadena existente era la pública.

Era tal la expectación que suscitaba CD Ourense que la derrota en un partido amistoso se convertía en una noticia destacada, más allá del ámbito deportivo. La Voz de Galicia publicaba el día 2 de mayo de 1968 un titular que daba cuenta de la derrota del equipo rojillo. La información titulada «El Orense dejó de ser imbatido. Ayer perdió en Elgóibar por 2-0 ante la Real Sociedad» compartía la página 7 del periódico junto a reseñas que daban cuenta de la situación política en Checoslovaquia —el movimiento de liberación de la órbita comunista, la que pasó a la historia como la Primavera de Praga, estaba en plena efervescencia—, los peligros en Oriente Medio, las manifestaciones racistas y antirracistas de Londres, la votación en Compostela contra las sanciones en la universidad y hasta el voto de Ho Chi Minh.

La información fechada en San Sebastián era sencilla y directa: «El invencible Orense, que ha logrado esta temporada un sorprendente récord, ha jugado hoy un partido amistoso contra la Real Sociedad, en la localidad guipuzcoana de Elgóibar, y perdió por dos goles a cero».

«La mejor cualidad de aquel Ourense campeón siempre fue su humildad»

luis m. rodríguez

Hace 55 años los ourensanos alinearon a Esnaola, Bernajo, Astiarraga, Paredes, Lolín, Pita, Cortés, Guitián, Carballeda, Pataco y Buján. Por los blanquiazules lo hiceron Díaz, Ormaechea, Santamaría, Lem, Sagasta, Lasa, Baque, Soroa, Arambarri, Ursandizaga y Ucín. Días después llegaba la revancha y los ourensanos salvaban el honor. El 5 de mayo de 1968 La Voz de Galicia informaba que «El Ourense empató en Atocha (2- 2) con la Real Sociedad. Al descanso se llegó con la ventaja ourensana de 2 - 0». Dos cambios con respecto a la formación de unos días antes —Ángel por Lolín y Túñez por Buján—. Carballeda y Guitián firmaban los goles de los ourensanos.

 Samaranch y medios italianos

Aquella primera semana de mayo llegaba con otros titulares protagonizados por un Ourense que tenía por presidente a Florencio Álvarez y a Fernando Bouso de entrenador. Se publicaba que Samaranch, entonces delegado nacional de Educación Física y Deportes, había remitido un telegrama al equipo —«Felicidades sinceras por magnífico resultado obtenido»— y que dos redactores italianos, de Corriere de lo Sport y L' Equipe, habían llegado para realizar sendos reportajes sobre la gesta «cuya fama ha traspasado las fronteras nacionales».

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