Agustín Ruiz, exfutbolista y técnico: «En el Barbadás el entrenamiento siempre ha sido innegociable»

OURENSE

Agustín Ruiz, dirigiendo a su equipo desde la banda de Os Carrís
Agustín Ruiz, dirigiendo a su equipo desde la banda de Os Carrís Santi M. Amil

El inquilino del banquillo de A Valenzá confía en que su plantilla siga siendo ambiciosa tras el ascenso

08 may 2023 . Actualizado a las 22:55 h.

Agustín Ruiz Galnares (Baracaldo, 1973) ha sido el arquitecto de un Barbadás en línea ascendente que, después de cinco años en la categoría autonómica, ha regresado a la Tercera Federación y lo ha hecho con una brillantez que destaca el técnico, ya bregado en el mundo del fútbol.

«Hay que trabajar mucho y muy duro par poder celebrar éxitos como este. Ya lo hicimos bien el primer año y, si no fuera por la pandemia, estoy seguro que hubiéramos estado ahí. Bajamos un poco en la temporada siguiente, pero la anterior fue muy buena, quedándonos a un paso del ascenso. Parecía muy difícil superarla, pero lo hemos hecho», desgrana el responsable de un cuadro técnico al que le da todo el valor. Por eso, Agustín recalca: «En el Barbadás, el entrenamiento siempre ha sido innegociable, porque ni así tienes la garantía de conseguir los objetivos. Aquí he tenido colaboradores que le dedican un montón de horas y con conocimientos de categoría superior, desde el entrenador de porteros, a un preparador físico espectacular. Todo cuenta, médico, balones, campo, en fin es una suma». 

En cuanto al logro de una plantilla que presenta a bastantes jugadores con los que ha trabajado varios años, también hace énfasis en un logro que considera más importante de lo que vean quienes no conocen la categoría: «Es muy complicado confirmar un ascenso en un grupo en el que están el Ribadumia con la plantilla que compitió en Tercera, el Juvenil de Ponteareas, Atios, Céltiga o los mismos Verín y Arnoia, a los que conocemos de cerca. Había muchos rivales con mayor presupuesto para sus equipos y hemos logrado dejarlos atrás».

También confirmó el vasco, afincado en la ciudad desde su época como futbolista en O Couto, que ha tenido la suerte de que siempre ha podido trabajar, tanto en la UD Ourense como en el Barbadás con los métodos y planificaciones que ha querido. Del mismo modo, apuesta por una visión de fútbol en la que sus objetivos sean ambiciosos, si bien aún no ha pensado en el futuro inmediato: «Me estoy volviendo un poco gallego y, aunque no habíamos perdido dos partidos seguidos en toda la temporada, no quería pensar en nada más hasta que consiguiéramos ese punto que nos faltaba. Seguramente me sentaré con Pablo (Campelo) un día de estos o con otros directivos para hablar del proyecto del año que viene, porque a mí lo que me gusta es tener objetivos claros».

Y en ese momento aparece un seña de identidad de un futbolista criado en una de las canteras más famosas del país, como es Lezama: «La ambición es importante, siempre he creído que se puede ser plenamente humilde y aún así ser ambicioso, si puedes darlo todo, siempre puedes intentar un poco más».

Parece fácil que los dirigentes del Barbadás se entiendan con Agustín, como lo han hecho también sus jugadores.