Leandro Sánchez y el cosmos

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OURENSE

La exposición puede visitarse en la sala Valente de Ourense.
La exposición puede visitarse en la sala Valente de Ourense. Alejandro Camba

Gran retrospectiva del pintor en la sala municipal Ángel Valente

03 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todos estamos en el fango, pero algunos levantamos los ojos hacia las estrellas». Óscar Wilde.

Constelacións es el título de la retrospectiva del pintor de origen mallorquín y afincado en Ourense, Leandro Sánchez. Esta antológica muestra del recorrido plástico del artista, coordinada por la Fundación Cum Laude, incluye 56 obras, pinturas, dibujos y retratos, así como una instalación performativa a través de una pintura que, como trampantojo, falsea el espacio real con una simulación generada a través de una sorprendente pintura con efecto 3D Al vacío, en la que el artista simula una arquitectura infinita a través del vértigo de unas escaleras que marcan un descenso interminable.

Esta amplia antología recorre los inicios de la carrera del artista con obras como Génesis que data de 1958 y constituye la primera y más antigua obra del autor y su obra más reciente. El público será testigo activo de la evolución del artista en su dilatada trayectoria, así como la múltiple locuacidad y versatilidad de los lenguajes empleados en su discurso desde su militancia hiperrealista y su investigación desde la última década hacia una pintura expansiva all over y la experimentación a través de la abstracción.

El artista atesora en su carrera una gran producción de obra de temática religiosa ubicada en parroquias y congregaciones en Palma de Mallorca, como Carmelitas y Padres Mercedarios y Nuestra Señora del Carmen en Capdellá, Son Ferrer o la Soledad, entre otras.

Es, sin embargo, la pintura hiperrealista el epicentro de su discurso plástico, formando parte sus obras de distintas colecciones autonómicas e internacionales.  El término se aplica a un movimiento artístico independiente que surge en Estados Unidos y Europa a finales de 1960 y a principios de 1970, como derivación del fotorrealismo siendo el arte pop su precursor inmediato, tomando la iconografía de lo cotidiano como motivo plástico con una técnica rigurosa desarrollada con efectos extraordinarios e innovadores por Chuck Close o Richard Estes, pioneros en este modelo de representación de una realidad de calidad fotográfica con la ausencia de la impronta de las pinceladas y un distanciamiento emocional por parte del artista omitiendo afectividad, conciencia política y los elementos narrativos para resolver con un acabado perfecto que encubre con una capa de pintura, aplicada con pistola y pincel, siendo raspada en parte con una cuchilla eliminando las agresiones de la textura con un estilo prolijo en detalles. El hiperrealismo de Leandro implica un enfoque más complejo del tema representado, presentándolo como un objeto vivo, tangible y en el que el lenguaje, marcado por una inteligente ironía, refuerza el carácter del ingenioso trampantojo, siendo la ilusión una representación convincente de la realidad simulada. El artista se reinventa bajo la inspirada figura del pintor chileno Claudio Bravo, quien, a través de su serie de pinturas de telas, paquetes y cuerdas, supuso una renovación del hiperrealismo, dándole una condición casi metafísica. Leandro revisa a Bravo desde su caligrafía propia en la serie homenajes, con las obras: Homenaje a Antonio López y las que tributan a Monet, Van Gogh, Luis Meléndez o Vermeer. Cabe destacar la potencia dialéctica y expresiva de Por Favor, enviar la obra bien embalada, el extraordinario manejo de las texturas sugeridas a través de luces, brillos y ocultaciones, así como, la vibración emocional y conceptual avivada por el vibrante cromatismo generador de volúmenes y texturas.

Resultan sorprendentes las obras Descorchando trampantojo, El magnetismo de lo oculto y Homenaje a Cornelius Gijsbrech en las que el pintor simula el reverso de una obra con técnica de maestro en la simulación de los materiales constructivos no pictóricos.

Del bodegón al retrato

Desde el género del paisaje al bodegón de matiz clásico con juego de luces y retruécano como: Vino en capilla, No apto para veganos, El huevo más informado, al metafísico Exoterismo, naturalezas muertas como Utensilius o Botellas. Retratos como el del actor Sergio Pazos, los Faros y un extraordinario cuadro del muro de Pink Floyd.

Leandro, desde la experimentación temperamental de los fondos expansivos de su obra más reciente, se aproxima en los goteos, chorreos y tortura de los materiales al Expresionismo abstracto, introduciendo de forma levitante, metáforas expresivas y elementos de peso y apariencia 3D. Ladrillo concreto es un ejemplo de esta tendencia.

Una antológica marcada por la variedad y la coherencia.