Imponen en Ourense cuatro años de cárcel a un hombre por violar a una menor al quedar probado que ella no pudo consentir porque estaba dormida

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Imagen de archivo del edificio de la Audiencia Provincial de Ourense
Imagen de archivo del edificio de la Audiencia Provincial de Ourense M. FERNÁNDEZ

Los magistrados ven verosímil el relato de la víctima, que advirtió al acusado que no quería tener relaciones sexuales con él

31 jul 2023 . Actualizado a las 20:49 h.

«No se prestó consentimiento por la denunciante en ningún momento, ni expreso ni tácito». Es lo que argumentan los magistrados de la Audiencia provincial de Ourense, que condenan por abuso sexual a un hombre que violó a una joven aprovechándose de que ella estaba dormida. Aunque en la vista el sospechoso declaró que interpretó el lenguaje corporal de la víctima, que era menor de edad, como una aceptación implícita de la relación íntima entre ambos, ha quedado probado que ella le dejó claro que no quería tener relaciones con él y que el investigado le prometió que respetaría esa palabra. No lo hizo.

Así las cosas, los magistrados le imponen al acusado una condena de cuatro años de prisión. Además de la pena privativa de libertad, se añaden cinco años de libertad vigilada, la prohibición de aproximarse y de comunicarse con la víctima durante diez años y el pago de una indemnización de 9.000 euros.

Los hechos se remontan al mes de noviembre del 2019, cuando la víctima tenía 17 años. Ella estaba en casa con una amiga y al domicilio acudió el acusado. Bebieron y, ya de madrugada, se acostaron los tres en la misma cama. La víctima le dejó claro al acusado que no quería «ni cucharitas, ni abracitos, ni nada», y se quedó dormida. El acusado, que estaba en el medio de las dos mujeres, mantuvo relaciones consentidas con la otra, tras lo cual se dio la vuelta y abusó de la perjudicada. Ella sintió dolor y se despertó. Cuando lo hizo vio al acusado desnudo cerrando la puerta de la habitación. Ella tenía la ropa interior bajada, y sospechó lo que había pasado, por lo que se levantó y se fue. Horas después le escribió por Whatsapp al acusado para preguntarle por lo ocurrido y este le contó que habían tenido relaciones. Ella, muy molesta, se lo recriminó. «Merecía que me respetases, y más durmiendo», le dijo. El agresor acabó admitiendo los hechos: «Lo sé y de verdad lo siento mucho», le dijo.

«El relato expuesto por la denunciante es persistente en todos sus términos, resulta coherente con su posición previa a los hechos y con la actitud desarrollada con posterioridad», subraya el tribunal, al tiempo que indica que «no hay elementos que permitan dudar de que se encontraba durmiendo, así lo manifiesta en su declaración y se desprende del contenido de los mensajes enviados». Además, los magistrados creen que no se aprecia «ningún elemento espurio» en su testimonio, pues «no hay ningún conflicto previo con el acusado, ni ninguna ganancia subjetiva de carácter posterior». Los jueces también se fijan en que los forenses acreditan «la existencia de un trastorno ansioso depresivo derivado de este hecho. traumático».