Más de un centenar de médicos y enfermeras forman a los futuros profesionales sanitarios en Ourense

Después de rematar el grado en Medicina y Enfermería es posible trabajar, cumpliendo únicamente el requisito de colegiarse en el colegio correspondiente, aunque en el caso de los médicos las opciones laborales son muy limitadas. Por eso la mayoría de los titulados universitarios optan por hacer el examen que les permita convertirse en residentes, es decir, médicos internos que se forman en una especialidad. Son varios años (depende de cada especialidad) en los que están trabajando, aunque lo hacen supervisados por tutores. En el caso de Enfermería, las opciones laborales son muchas sin necesidad de especializarse, aunque en los últimos tiempos hay varias áreas que sí precisan de formación específica, en este caso de dos años. Nuevos MIR y EIR comienzan su formación cada curso en el área sanitaria de Ourense, donde están tutorizados por un total de 113 profesionales. El grupo más numeroso es el de Medicina y Enfermería Comunitaria, con 27 sanitarios repartidos en los centros de salud docentes de la provincia (en Ourense, en Valle Inclán, A Ponte, Novoa Santos-O Couto, A Cuña y A Carballeira; además de los de O Carballiño, Xinzo de Limia, Allariz y Verín).

Es una formación reglada que todavía tiene puntos de mejora. Y precisamente para buscarlos se organizó la primera jornada de formación sanitaria especializada de Enfermería. Surgió con el objetivo de ahondar en el conocimiento mutuo y en las actividades que cada unidad docente desarrolla en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras. El fin era promover sinergias y propuestas conjuntas que redunden en la calidad del servicio. En el encuentro, celebrado en el CHUO, participaron una treintena de profesionales de las unidades docentes de Enfermería Familiar y Comunitaria, Pediatría, Salud Mental y Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matronas). Asistieron todas las enfermeras que están haciendo la residencia en el Hospital de Ourense (un total de 24), a excepción de las que están haciendo una rotación fuera, así como muchas de las tutoras.

La necesidad de mayor interacción entre las tutoras y las residentes se deriva de los distintos circuitos formativos que separan a las futuras especialistas durante gran parte de su formación. Y eso sucede a pesar de mantener intereses comunes, tanto asistenciales como de investigación. En el primer encuentro de trabajo se abordaron las líneas de trabajo y las mejoras precisas para afianzar el camino ya iniciado por las especialidades de enfermería, además de una hoja de ruta para materializar los cambios establecidos en el Decreto de ordenación da formación sanitaria especializada en Galicia.

La supervisora del área de Cronicidad, Verónica Civeira, y Esther Pérez, de la subcomisión de especialidades de Enfermería, dirigieron las dinámicas de grupo. También hubo exposición de casos prácticos, a cargo de Laura Martínez, EIR de segundo año de Salud Mental. No faltaron Sandra Pardo, jefa de estudios de la unidad docente multiprofesional de Atención Familiar; y Jesús García Mata, presidente de la comisión de docencia del área sanitaria.

Entre los temas que resultaron de especial preocupación para los tutores destacan el de mantener y proteger la calidad de la formación así como la necesidad de dar continuidad a los proyectos y trabajos de investigación de las enfermeras residentes. Son pilares fundamentales para garantizar unos cuidados centrados en el paciente y basados en la evidencia científica. Por su parte, los residentes mostraron su deseo de mejorar el sistema y de trabajar en equipo con las otras especialidades.

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