La gestión económica de Jácome: déficit, deudas con proveedores y menos ahorro

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

OURENSE

Fachada de la Casa do Concello en la Praza Maior
Fachada de la Casa do Concello en la Praza Maior Íñigo Rolán

De los 130 millones de euros que había guardados en la hucha municipal ya solo quedan disponibles 56

14 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este domingo concluye el plazo para que los ayuntamientos envíen al Consello de Contas el resultado de su liquidación presupuestaria del pasado ejercicio. De nuevo, el Concello de Ourense incumplirá esa obligación, ya que la cuenta general está todavía en exposición pública para la presentación de alegaciones. La ciudad podría ser excluida de las ayudas de la Xunta hasta que remita la documentación a la entidad encargada de fiscalizar la actividad económica de las Administraciones públicas gallegas. Ese es un ejemplo más de la gestión económica del gobierno local, que ha sido cuestionada con intensidad en las últimas semanas por la oposición y por funcionarios del propio Concello.

déficit

El ahorro pasó de 130 millones a 56. Uno de los principales problemas que tiene la gestión económica del Concello de Ourense es que funciona con los presupuestos del año 2020 prorrogados. Esos fueron los únicos que se aprobaron desde que Gonzalo Pérez Jácome es alcalde. Así, el nivel real de ejecución presupuestario ha caído en picado. La liquidación que ahora está a exposición desvela que en el ejercicio 2022 fue del 46,48 %, el registro más bajo de la última década, solo superado por el 2021, con un 41,59 %. Son datos que se sitúan muy lejos del 78,89 % del 2013 o del 69,08 % del 2017.

Al tener unos presupuestos prorrogados, el Ayuntamiento funciona con modificaciones de crédito sacando dinero de la hucha municipal. De este modo, el ahorro del Concello de Ourense se ha reducido drásticamente. Según un reciente informe del órgano de gestión económica y presupuestaria, el Ayuntamiento cerró el año 2022 con un remanente de tesorería de 130.462.246,64 euros y ya solo hay 56.411.311,80 euros, menos de la mitad. El funcionario que firma el documento dice, no obstante, que aún quedaría dinero para afrontar posibles sentencias desfavorables.

Otro problema es que, si se incrementan los gastos vía modificación de créditos, pero los ingresos no suben, las cuentas no terminan de cuadrar. De hecho, en los últimos años el Concello aplicó una rebaja del 20 % en el recibo del IBI y en el programa de Democracia Ourensana para este mandato aparece un recorte del 40 % en el impuesto de vehículos. Así, el año pasado se cerró con un déficit de 8.905.908 euros. De no ser porque el Gobierno suspendió para este año la aplicación de las reglas de estabilidad presupuestaria, esa situación obligaría al Ayuntamiento a aprobar un plan económico-financiero con medidas restrictivas para recuperar la normalidad. Se prevé que esas normas vuelvan a entrar en vigor el año que viene.

deuda

Concesiones en precario y período medio de pago. Además de no tener unos presupuestos actualizados, otro de los problemas a los que tiene que hacer frente el Concello es el hecho de que todas las grandes concesiones de servicios (agua, transporte y limpieza) funcionan en precario. En ese contexto, el Ayuntamiento tiene difícil introducir mejoras en las prestaciones que recibe el ciudadano, como quedó demostrado con las promesas frustradas del alcalde sobre una reorganización de las líneas del bus. Además, las empresas afectadas reclaman judicialmente pagos e intereses que amenazan la estabilidad de las cuentas municipales. Una reciente sentencia obligó a abonar 5,5 millones a Urbanos de Ourense y Viaqua exige 13,9 millones por impagos.

Otra de las consecuencias de esa precariedad es que ralentiza la gestión económica del Concello. Así las cosas, se incumple sistemáticamente el límite legal del período medio de pago, establecido en treinta días. Según el último informe mensual, el Concello tarda en pagar 89,19 días, aunque llegó a alcanzar los 120.

fondos agotados

¿Qué pasará con las fiestas? Para aprobar las modificaciones de crédito con las que el gobierno municipal suple la ausencia de unos presupuestos actualizados, es necesario un acuerdo por mayoría. Y eso Jácome no lo tiene garantizado, como quedó patente en el último pleno, en el que la oposición rechazó ampliar la partida de Artes y Festejos con un millón más. Queda en el aire así el programa de regalo de libros para escolares y la organización del Samaín, según alertó el alcalde.

En cualquier caso, nada de esto ocurriría si el gobierno municipal siguiese el consejo que la oficina de gestión económica y presupuestaria introduce en todos los informes que elabora sobre las modificaciones de crédito que ha debatido la corporación. El funcionario responsable subraya la «necesidade de implementar os elementos precisos para unha planificación e execución orzamentaria que permita un mellor funcionamento deste Concello desde o punto de vista de tramitación do gasto».