El Arenteiro alardea de pegada para desbordar a Unionistas (4-0)

El Arenteiro se dio un homenaje de fútbol y de una victoria que vale su peso en oro, sobre un Unionistas de Salamanca, al que doblegó la lluvia: 4-0.

La salida de los verdes fue directa a inclinar el campo a su favor y Álvaro Ramón no tardó en conectar con Marquitos por la izquierda para pisar área. En el otro carril, Germán era esta vez el encargado de proyectarse y, en cuanto dobló a Pibe por primera vez, puso a prueba a Iván Martínez, que no sujetó el cuero y Miku ejerció de nueve para remachar. No habían pasado ni tres minutos y se adelantaban los de casa.

Los charros no daban crédito y, aún así, en cuestión de minutos entendieron que debían asumir la iniciativa. Primero fue el lateral Ekaitz en un centro chut que llegó manso a las manos de Diego, tras pegar en un zaguero, y ya en el ecuador de ese primer tiempo, con un misil de Teijeira que se fue alto.

Arreciaba la lluvia y dejaron de producirse emociones en ambas áreas. A un Arenteiro más plano le quedó el recurso de Pibe en la estrategia. Germán recogió, sorprendido, un balón que Iván no supo atrapar, y el esférico se le marchó arriba. Después el de Xinzo cabeceó rozando el palo otro envío perfecto de su compinche. El argentino de Cambados aún provocó una más, con un centro chut en el alargue, que no pilló puerta por centímetros.

Aunque su equipo dominaba la posesión, a Dani Ponz no le gustaba el decorado y lo modificó con un triple cambio. Losada cabeceó un centro del perfil diestro y parecía que los visitantes podían apretar en busca del empate, pero lo que ya era un diluvio coincidió con el aluvión de los de casa. Luis Chacón se encontró con el meta rival en una buena contra y poco después fue Miku el que condujo, habilitó para el de Pontedeume, que le regaló el gol a Álvaro Ramón, al verlo llegar por la avenida del zurdo.

El 2-0 prácticamente tumbó a los Unionistas y dio paso a la fiesta carballiñesa bajo la lluvia. Ni diez minutos tardó en percutir otra vez el elenco de Javi Rey. Álvaro Ramón volvió a galopar su banda, cedió a Luisiño y la guinda la puso un Manín que acaba de saltar al terreno de juego.

Miku seguía siendo una pesadilla en el área y los centrales forasteros se conformaban con enviar a córner una acción del venezolano que ya se aprestaba a ceder a Álvaro Ramón. La confrontación se había decantado y en pleno dominio de los locales, otra estrategia de esquina sirvió para que el esférico le llegara a Esquerdo, quién lo alojó en el fondo de la jaula de un espectacular zurriagazo. Un córner cerrado de Jordan que casi se cuela y otro obús de Ramos al larguero pudieron aumentar la cuenta. El aplauso ya era perenne.

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