Los goles de Álex Bermejo y Kevn Appin clasificaron al plantel castellano al que habían respondido los carballiñeses con la igualada de Iván Ramos
06 dic 2023 . Actualizado a las 19:36 h.El Club Deportivo Arenteiro y su idilio con la Copa del Rey, al que su entrenador aludía en la víspera, revistió a esta competición con un halo especial en Espiñedo y la convicción de que todo es posible. Las categorías, en todo caso, marcan diferencias y el Burgos demostró que es un equipo bien trabajado y se llevó la victoria 1-3, dejando a los carballiñeses anclados en ese techo de la segunda eliminatoria.
Se olían cambios en el once verde y los hubo, aunque Javi Rey volvió a confiar en el 4-2-3-1. Javi Moreno repitió en el centro de la zaga, mientras que Germán Nóvoa se abría al lateral diestro y Álvaro Ramón avanzaba terreno en el zurdo. Esquerdo conservaba la batuta y Luis Chacón se situaba otra vez a la espalda del punta. Fue el de Pontedeume el que se plantó en el área visitante en el primer minuto, pero Loic Badiashile se adelantó a su remate.
El primer golpe de claqueta del partido fue eléctrico, porque no tardó en responder el conjunto de Jon Pérez Bolo. Pérez Pinto se encontró con un zaguero y Kevin Appin la envió alta. El técnico vasco solo mantuvo a dos de los titulares que ganaron en Amorebieta y dibujó dos líneas de cuatro con Atienza en el pivote defensivo y el tanque Edu Espiau en la vanguardia.
Los de Espiñedo parecían timoratos, algo poco frecuente, y los castellanos los ahogaban con su presión. Andy Rodríguez avisó sin encontrar la red y, a los seis minutos, Álex Bermejo hizo la diagonal desde la izquierda y acomodó un balón para anotar con un violento zapatazo que alojó cerca de la base del palo, pese a la estirada de Brea.
El gol visitante le sirvió al Arenteiro para respirar profundo, resetear y volver a su plan de partido. Vicente Esquerdo comenzó a distribuir balones y todos ocuparon mejor los espacios. A la segunda incursión de Iván Ramos, el de Cervera se coló entre dos defensores desorientados y, pese a que Loic le sacó el primer chut, empató con el segundo con una buena definición.
Andy y el peligroso Álex Bermejo ensayaron el disparo a renglón seguido, cuando al elenco de Segunda División se le veían más costuras y los de verde se empleaban ya con mayor soltura. Álvaro Ramón forzó una impresionante estirada del galo Badiashile, que replicaron Bermejo y Espiau con disparos blandos a las manos de Brea.
Era la fase más entretenida de un enfrentamiento que tomó velocidad. El forastero Álvaro Rodríguez cabeceó el esférico al larguero y Luis Chacón cazó un rechace que se le iba fuera por poco. En ese ida y vuelta, desequilibró la calidad del entonado Álex Bermejo, que en el epílogo del primer acto castigó un lento repliegue local y elevó el cuero con un toque sutil sobre Brea. Lo que se dice en el momento oportuno.
Tras la pausa salió mejor el Burgos y, con Javi Rey preparando tres cambios, fue el francés Kevin Appin el que sacó partido de un rechace dentro del área para batir por su palo a Pablo Brea de un fuerte cañonazo.
Los anfitriones no bajaron la cabeza, pero les tocaba remar contra corriente y con una mochila muy cargada a su espalda. El joven López Pinto quiso ahondar en la herida de los carballiñeses, que por otro lado trenzaban más jugadas, si el balón pasaba por el recién incorporado Pibe, mientras que atrás recuperaban su cuarteto de la Liga y los salidas con el esférico parecían más coherentes.
A favor de obra, los burgaleses tampoco pasaban por grandes apuros. El mencionado Pibe lo intentó con un misil que se le marchó por arriba y Ander Martín provocó otra buena oportunidad de los forasteros a la salida de un córner, pero su intentona la repelió el muro local.
Con la reaparición del capitán Álex Fernández, junto a Vitra en el mediocentro, el fútbol de los de casa recuperó fluidez y, aún así, no era suficiente, porque el visitante se mantuvo sólido e imponiendo su fortaleza sobre el campo. Y eso que los jugadores de Primera Federación seguían empujando, porque Manín —otro refresco desde el banquillo— cabeceó bien un centro que llevaba marchamo de gol y el público pidió un penalti por derribo a Álvaro Ramón, cuando pisó área poco después. El berciano, más cómodo al recuperar su rol de lateral, también estuvo a punto de llegar antes que Loic a un pase en profundidad y el citado Álex remató de volea otro servicio desde la izquierda que pudo revolucionar el tramo final.
Aún quedó un último golpe petardazo para el alargue, cuando los aficionados carballiñeses celebraron durante escasos segundos el 2-3 de Germán, tras remachar un rechace del meta visitante, pero el asistente de esa banda avisó al árbitro de una mano en esa acción, por lo que el marcador no se movió.
En el Siglo de Oro de la literatura española sonó aquello de que la vida es sueño. Alrededor del Arenteiro, la Copa del Rey de este curso ya es historia, pero sus fieles seguidores siguen soñando. Aún faltan partidos.
CD ARENTEIRO (1): Pablo Brea, Germán, Javi Moreno, Pol Bueso (Pibe, min 54), Berardozzi (Jordan, min 54), Tiago, Esquerdo (Vitra, min 67), Iván Ramos (Álex Fernández, min 67), Luis Chacón, Álvaro Ramón y Juan Delgado (Manín, min 54).
BURGOS CF (3): Badiashile, Raúl Navarro, Grego, Elgezabal (Aitor Córdoba, min 63), Ander Martín, Atienza, Appin (Mumo, min 84), López Pinto (Álex Sancris, min 63), Andy, Bermejo (Dani Ojeda, min 76) y Espiau (Fer Niño, min 76).
GOLES: 0-1, min 6: Bermejo; 1-1, min 19: Iván Ramos; 1-2, min 44: Bermejo; 1-3, min 53: Appin.
ÁRBITRO: López Toca, del comité cántabro.
INCIDENCIAS: Espiñedo, ambiente de Copa del Rey, en una tarde fría. Algo más de 2.000 espectadores.