La web Atlas Obscura incluye la antigua ciudad de circo, el campamento romano, la casa de la Inquisición, un monasterio en la Ribeira Sacra y una edificación inspirada en Gaudí entre los enclaves más curiosos del mundo para ver
09 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando uno busca un destino para las vacaciones, las guías de viaje son un estupendo recurso para saber qué no debe perderse uno. Pero hay quien quiere ir más allá. Y ahí están las recomendaciones procedentes de amigos que han estado antes o las publicaciones que desconocidos hacen en la red. Una de ellas es Atlas Obscura, una revista en internet y una empresa de viajes con sede en Estados Unidos que cataloga destinos de viaje inusuales y oscuros a través de contenido generado por los usuarios. La herramienta interactiva fue impulsada por el realizador de documentales Dylan Thuras y el escritor Joshua Foer para crear un mapa de lugares asombrosos que no siempre aparecen en las guías de viaje. Los turistas son los que van sumando contenido de parajes insólitos, una información que se publica en la web y la aplicación tras ser revisada por los editores.
La ciudad de los Muchachos en Benposta
Atlas Obscura destaca La Ciudad de los Muchachos, la segunda escuela de circo más grande del mundo —por detrás de Cirque du Soleil—, un proyecto educativo impulsado por el padre Silva en 1963 para acoger a niños y adolescentes sin familia. España estaba bajo la dictadura del caudillo Francisco Franco y apenas había orfanatos ni hospicios. El religioso creó una pequeña ciudad en Benposta (en Seixalbo, Ourense) para niños de todo el mundo, sin diferencia de sexo, raza o religión. «Más de mil jóvenes [en realidad fueron más de 50.000] participaron en el autogobierno con sus propias leyes. Se decidió que el sustento económico de la colonia sería el circo, y las actuaciones del Circo de los Muchachos se hicieron famosas en toda España», recoge la web.
No solo recorrieron el mapa nacional, sino que los artistas mostraron su arte en París, Nueva York y Tokio. La Ciudad de los Muchachos llegó a abrir una sucursal en Madrid en los años 80. «El fin de la dictadura y la mala gestión económica acabaron con el circo y con la Ciudad de los Muchachos», continúa la información recogida en Atlas Obscura. Benposta cerró sus instalaciones en el año 2003 por su precaria situación económica y por los problemas derivados del desencuentro con la Xunta, que quería construir en el lugar un nuevo campo de fútbol para Ourense en terrenos que en su día había adquirido al padre Silva. En el 2011 el proyecto quedó totalmente abandonado (tras irse los últimos residentes) y hoy, en Benposta, pueden verse el poliedro (la carpa de entrenamiento de la escuela) y las casas vacías. Además, en el 2019 se abrió un museo sobre Benposta que permite ahondar más en la historia de la Ciudad de los Muchachos en un proyecto que nació como una utopía pero que fue el hogar de miles de personas durante décadas.
San Pedro de Rocas en Esgos
El antiguo monasterio es «un impresionante ejemplo de arquitectura monástica antigua y data del siglo VI», recoge la web, que destaca que está situado en un «remoto valle boscoso». El misterio alrededor de la fundación de San Pedro de Rocas es uno de los aspectos que llamó la atención de los viajeros que decidieron incluir el templo de Esgos en el listado de lugares insólitos del mundo. Y añade: «Según una inscripción en una piedra, un grupo de religiosos fundó el monasterio en el año 573».
Son especialmente intrigantes los nichos funerarios excavados en la piedra, así como el fresco descolorido de un mapa mundial con los apóstoles. «Ubicado en la iglesia, el mapa representa el mundo conocido a finales del siglo XIII. El fresco ha sido fechado entre 1175 y 1200. Se dice que el mapa, un ejemplo único de arte medieval, comparte puntos de vista cosmológicos similares a los mapas que se ven en los manuscritos medievales contemporáneos. El fresco es una obra de arte notable y un testimonio de la importancia de San Pedro de Rocas en la Europa medieval», señala la publicación americana. Es uno de los enclaves mágicos de Ourense y uno de los lugares de referencia para quienes se acercan a conocer la Ribeira Sacra.
Casa de la Inquisición en Ribadavia
El barrio judío es conocido y supone, junto al castillo, uno de los reclamos turísticos de Ribadavia. Pero hay un punto que puede quedar algo arrinconado y en él se fija Atlas Obscura. Es la Casa de la Inquisición, escondida a la vista en una pequeña calle, aunque la ornamentación conservadora del portal delata que es un edificio en el que fijarse. Los cinco escudos representan a las cinco familias locales encargadas de aplicar la Inquisición en la zona. Según recoge la web, a principios del siglo XXII, «la comunidad judía clandestina de Ribadavia fue sacudida hasta sus cimientos por un hombre conocido como Gerónimo Bautista de Mena, una figura oscura en la tradición local conocida como el soplón». Entregó a la Inquisición una lista con las familias que seguían la fe judía. «Estas revelaciones desencadenaron una devastadora serie de autos de fe, ejecuciones públicas mediante incendios, despojos de bienes y encarcelamientos», continúa la publicación. El soplón fue encontrado muerto en la calle en 1607. Nunca se conoció la identidad del homicida.
El campamento militar romano Aquis Querquennis en Bande
Pilares cortos, muros en ruinas, marcos y fosos forman los cimientos del antiguo campamento militar romano ubicado a orillas del río Limia en Bande. Aquis Querquennis es una impresionante fortificación que no siempre puede visitarse en su totalidad. Depende de la cantidad de agua que lleve el río y el estado de la presa que hay en las inmediaciones. «Contaba con dos graneros, una basílica y un templo, una enfermería y cuarteles lo suficientemente grandes como para albergar dos batallones centuria y sus comandantes. Se cree que aquí podrían haber estado estacionados hasta 600 soldados en un momento dado», recoge Atlas Obscura. Y cuenta con aguas termales, que ya disfrutaron los romanos y siguen al alcance del visitante. «Entre los romanos estaba muy extendido un cierto fervor religioso en torno al potencial medicinal de las aguas termales. Veneraban a los distintos dioses y ninfas que se decía habitaban estos lugares sagrados, a quienes atribuían ese calor sobrenatural. Las ofrendas se hacían directamente en las aguas; las excavaciones en y alrededor de varias fuentes termales gallegas han revelado escondites de monedas de oro, que se sabe que fueron arrojadas a las fuentes de las fuentes como ofrendas a los dioses», incluye la publicación.
La Casa das Pedriñas en A Veiga
En pleno casco urbano de A Veiga, pero fuera de la calle principal está la vivienda que Daniel Mancebo Diéguez comenzó a construir en los años 70. Fue un trabajo que mantuvo hasta su muerte en 1998. Iba a ser, según él mismo contó a La Voz en 1995, un estudio para pintar. Un lugar en el que dar rienda suelta a su arte mientras visitaba su pueblo natal como emigrante que era en Barcelona. El modesto proyecto inicial acabó siendo una casa de tres plantas en las que Mancebo fue dejando su peculiar marca; una marca propia que trataba de emular a la de su admirado Antoni Gaudí. Una hija de Mancebo, también conocido como el Bailarín, habitó en la vivienda durante un tiempo, pero de eso hace ya mucho. Las humedades se hicieron insostenibles. Que no tiene moradores se ve desde lejos. La maleza crece, las puertas apenas están arrimadas, algunas ventanas hace tiempo que no tienen cristales... Le da cierto aire decadente que la majestuosidad de la propia casa (también conocida como la Casa do Bailarín) parece querer evitar. Se conserva el tejado, de pizarra, que ayuda a mantenerla en pie. No se puede entrar, ya que se trata de una propiedad privada. Pero no es preciso acceder para disfrutar de los detalles de un trabajo manual hecho con cantos rodados, cuarzos, mármoles, piedras de colores o incluso botellas de cristal con las que Mancebo fue dando forma a la casa, la casa de Gaudí en Valdeorras. Un enclave insólito a los pies de Pena Trevinca, el pico más alto de Galicia.