La segunda fase de la uci del CHUO ya está operativa y arranca la demolición de la vieja

La segunda fase de la nueva uci del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense entró en funcionamiento el fin de semana. Se une a la primera parte, que acoge pacientes desde el pasado mes de agosto y supone el inicio de las obras de la tercera parte. Esta última etapa de remodelación de la unidad de cuidados intensivos comenzó el lunes con la demolición de la vieja.

El proyecto tiene un presupuesto total que supera los ocho millones de euros. El fin es poner en marcha «unha unidade de vangarda», remarcan desde el Sergas, que es la primera que se construye aplicando criterios aprendidos durante la pandemia del coronavirus, tanto en lo que se refiere a conceptos técnicos como de humanización. Será innovadora en cuanto a climatización (aislada del resto del hospital) e aislamiento (todos los boxes están preparados para pacientes contagiosos), a la dimensión de los puestos y a la iluminación. Además, incluirá el uso de las nuevas tecnologías y equipos electromédicos y de alta tecnología. Permite generar presión negativa o positiva en cada box en función de las necesidades clínicas del paciente. Cada cama cuenta con cabeceros suspendidos, lo que permite la máxima operatividad alrededor. La separación entre boxes es de cristal para favorecer la visualización desde el control de enfermería, pero cuenta con un mecanismo que permite oscurecerlos con el objetivo de favorecer el descanso y la intimidad del paciente. Además, las puertas son automáticas.

«Servirá de modelo para as novas ucis que se constrúan en Europa», añaden las mismas fuentes.

En total ocupará 2.300 metros cuadrados, distribuidos en tres áreas funcionales, con 30 boxes independientes, con áreas administrativas y de servicio, y con espacios destinados a los familiares de los pacientes ingresados.

Mientras duran los trabajos y para mantener el número de camas se adaptó un espacio con diez camas en la unidad de reanimación.

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