Unicornios hinchables, batucadas y hasta una acróbata participaron en los desfiles de la provincia
05 ene 2024 . Actualizado a las 20:10 h.Un año más, los Reyes se hicieron esperar, pero es que ni siquiera el AVE es exacto en la gestión del tiempo. Miles de ourensanos se apelotonaban impacientes junto a las vallas que acotaban el recorrido de la cabalgata. Pequeños y mayores estaban impacientes por ver a Melchor, Gaspar y Baltasar y la verdad es que, para la mayoría, mereció la pena la espera.
Casi una veintena de carrozas animaron el desfile por las calles de Ourense. No faltó ningún detalle. En la cabalgata de la capital de la provincia participaron desde una tribu africana hasta un grupo que representaba el sistema solar, con todos los planetas convertidos en globos gigantes. Y es que casi todo en la de Ourense fue a lo grande. Una comparsa formada por caballos, unicornios y osos hinchables enormes iniciaba la ruta. Había también grandes mariposas de colores, elegantes cisnes blancos y hasta cascanueces en versión maxi.
El ritmo lo fueron marcando las distintas carrozas, orquestadas por la empresa Hípica Celta. Mientras en algunas sonaban villancicos, en otras los pajes de los Reyes lo daban todo con música moderna. También hubo batucadas, cuyos miembros engalanaron sus instrumentos con luces de Navidad para darle un toque más festivo al asunto.
Los más importantes, Sus Majestades, iban de últimos, subidos a sus inseparables camellos y acompañados de otro buen puñado de pajes, cuya misión era doble. Por un lado cuidar de Melchor, Gaspar y Baltasar; y por el otro, repartir caramelos. Porque, evidentemente, durante la noche de Reyes está permitido comer dulces a mansalva y eso se hacía notar en las caras de felicidad de los pequeños, nerviosos y emocionados por conseguir una buena recaudación. Todos los participantes en la cabalgata de Ourense se implicaron a fondo para conseguir que ningún niño se quedase sin caramelos. Los tiraban incluso hacia los balcones y ventanas en las que había público infantil. Lo cierto es que lo tenían fácil, pues contaban con cajas y cajas llenas. Repartieron hasta 7.000 kilos y todos los niños se hicieron con un gran botín.
La lluvia no perdonó en la ciudad de As Burgas y como al mal tiempo, buena cara, no faltaron los papás que utilizaron sus paraguas para parar al vuelo más caramelos. Algo que ya se ha convertido en otro clásico de la Navidad.
En O Carballiño todo salió según lo previsto a pesar de la lluvia que arreció en el centro del pueblo. Las familias carballiñesas disfrutaron de un espectáculo de acrobacias en el aire, interpretado por una bailarina profesional, en el exterior del templo de la Veracruz. Seguidamente los Reyes Magos saludaron desde un balcón de la iglesia, para terminar bajando y recibiendo uno a uno a los pequeños.
En Celanova, Sus Majestades fueron más precavidos con la meteorología y recibieron a los niños en el salón de actos del Claustro Barroco. Lo hicieron además luciendo sus mejores galas, los tres estrenaban unas túnicas de estilo egipcio, bordadas a mano con miles de abalorios, piedras y puntillas.
En O Barco la lluvia respetó la mayoría del trayecto, aunque las carrozas fueron a toda prisa para evitar el chaparrón. Mientras, en Trives, Sus Majestades terminaron en el auditorio, donde entregaron regalos a los niños. En A Rúa de Valdeorras la previsión de lluvia llevó al gobierno local a suspender la cabalgata ya por la mañana. Se mantuvieron las visitas programadas a la residencia de mayores, el centro de día y las iglesias de San Estebo y Fontei. Además, la recepción real se trasladó de la praza do Concello al centro cultural Avenida, donde niños y mayores pudieron hablar con los Reyes Magos al abrigo de las inclemencias meteorológicas.