El delantero del Ourense CF firmó su cuarto doblete frente a la Arandina
30 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Amín Bouzaig (Adeje, 1997) está contento, por los dos goles que le marcó a la Arandina y por el resultado colectivo de un Ourense Club de Fútbol que, con esta victoria, vuelve a encaramarse en lo más alto de la clasificación. El equipo tiene la mirada fija en jugar el play off y, quizás, si los números siguen dando, lograr el primer puesto que otorga el ascenso directo. El delantero malagueño está satisfecho con su buen comienzo del 2024: «Cuatro goles en tres partidos. Estamos empezando muy bien a nivel individual y colectivo, con dos victorias y un empate». Es la cuarta vez que Amín firma un doblete esta temporada. «No es fácil jugar estos partidos. El colista se juega la vida. El portero me derribó y Manu me dejó tirar el penalti. En el segundo, sabía que la pelota iba a caer al segundo palo, Portela la quiso poner ahí, larga. Aproveché que un defensa no sabía qué había pasado y la metí para dentro», comenta sobre sus dianas frente a la Arandina.
Lleva doce goles Amín, dos menos que el goleador del Pontevedra, Rufo. Ser pichichi, dice el punta del Ourense CF, no es algo que le quite el sueño. «No pienso mucho en ello. Lo más importante es ascender y pienso en aportar y sumar para el equipo. Algunas veces, mis amigos o mis hermanos me dicen los goles que me faltan para cogerlo, pero no pienso en el futuro porque puede generar ansiedad. Vivo el presente, día a día», enfatiza el jugador.
El equipo ourensano destaca por los goles de Amín y también por su solidez defensiva. Lleva seis jornadas sin encajar o, como matizó su entrenador Rubén Domínguez tras el último partido, seis jornadas y media pues el Coruxo fue el último que les hizo gol y marcó en la primera parte del encuentro. A ello se suma la contundencia ofensiva, el olfato y el instinto que Amín parece tener súper desarrollados esta temporada. A ello ayuda, cree, la continuidad y la madurez que va adquiriendo como jugador. «El año pasado tuve un par de lesiones que me afectaron y esta temporada me están respetando. A lo largo de los años vas madurando y mejorando cosas. Antes me obsesionaba el gol. Ya no y así está funcionando mejor», comenta sobre su evolución.
También el equipo en conjunto está consiguiendo una regularidad en los buenos resultados que el año pasado le faltó. «El fútbol es un poco injusto. El año pasado jugábamos bien, teníamos buen equipo y los rivales nos decían que no entendían por qué estábamos abajo. Perdíamos contra los equipos de abajo. Son los partidos más difíciles. Como el que vamos a disputar contra el Covadonga, ellos se juegan la categoría. Allí perdió el Coruxo. Es difícil ganar allí, el grupo uno es complicado, es muy igualado», analiza. Otra de las claves del éxito actual del Ourense es el vestuario. Hay una columna vertebral de jugadores, desde el portero Marqueta, pasando por Jerin, Gabri Palmás o el regresado Hugo Sanz, además de Amín, que están juntos desde Tercera Federación. La experiencia de futbolistas como Portela o Manu dan una «veteranía increíble» y aportan más cosas. «Portela lleva tres goles y Manu es el máximo asistente del equipo», puntualiza Amín. «Es un vestuario perfecto. No ha habido discusiones ni reprimendas entre compañeros. Yo lo paso mal los días libres, se me hacen largos. Quiero estar con los compañeros en el vestuario. Mi familia está en Málaga y Tenerife y vienen cuando pueden. Son sacrificios que hay que hacer en el fútbol», explica.
Respecto al campo de juego, no le molesta seguir en Oira: «Soy partidario de no cambiar cuando las cosas salen bien. No me urge jugar en O Couto».