La UD Ourense terminó con la pólvora helada frente al Viveiro (0-0)

La UD Ourense volvió a salir de Oira sin goles en su cuenta y eso implica que el máximo rendimiento solo podía estar en un 0-0 que supo a muy poco frente a un Viveiro que apenas visitó la portería de Álex Cobo. En una jornada festiva, pero marcada por la desapacible climatología, los futbolistas dirigidos por Jorge De Dios perdieron la oportunidad de recortar distancias con respecto a los dos primeros.

Los visitantes trabaron bien un enfrentamiento que comenzaron los locales con tres saques de esquina consecutivos sobre la meta de Ayoub. Le costaba a los ourensanistas superar líneas, algo que solo conseguía el carrilero De Prado, mientras Luismi aportaba un chut flojo a las manos del meta y otro que se le escapaba por arriba.

Los de A Mariña no aparecieron en ataque hasta después de los primeros veinte minutos, en una acción de estrategia que Diego Núñez cabeceó de espaldas y De Prado envió a córner. Gamarra también intentó sorprender al arquero anfitrión, pero Cobo fue bien abajo y su equipo volvió a la carga en la antesala del descanso. El inquieto De Prado lo intentó desde lejos con poca chispa para inquietar a Ayoub y Lucas Puime devolvió una falta lateral al corazón del área, sin que ningún compañero la engancharan.

El caudal de fútbol era escaso y el ataque ramplón, pero ambos técnicos mantuvieron el plan de partido al regreso de vestuarios, con una actitud espoleada en ambos casos. El frío, el viento y alguna gota ya eran excusa suficiente para activarse rápido. Los delanteros continuaban, eso sí, igual de romos, pese a su empeño, así que fue necesario aguardar hasta la última hora, cuando otra vez era Santi De Prado el que se lanzaba por la avenida diestra de los ourensanistas. El balón terminó en la cabeza de David Rojo después de varios rechaces, pero el colegiado señaló fuera de juego del siete.

Diego Núñez seguía siendo una sombra para Álex Fernández y eso reducía el potencial atacante de los anfitriones. Al mismo rojo se le veía con hambre de anotar y volvió a intentarlo después de otro envío desde el flanco diestro y también con un testarazo que se le escapó por centímetros.

También quiso internarse el debutante ugandés de los ourensanistas, Víctor Matovu, cuyo centro lo remató Jesús Ares fuera. El lateral procedente del Cacereño no sufrió en fase defensiva y tardó en prodigarse en la ofensiva, si bien mostró destellos de calidad.

El mencionado Ares volvió a intentarlo casi sin ángulo, pero se encontró a un Ayoub bien situado. Para el alargue quedó otra incursión del incansable De Prado, que cabeceó alto con su equipo ya volcado. En el epílogo, fue Yelco Alfaya el que tuvo otra opción más, sin que fuera capaz de embocar. Terminó tirando a puerta más en los últimos compases que en el resto del partido, careciendo de la puntería necesaria.

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