Vecinos del casco histórico de Ourense pidieron al juez medidas contra el ruido del entroido

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

En la imagen, la sesión de Funçao Públika del martes en la rúa Progreso de Ourense
En la imagen, la sesión de Funçao Públika del martes en la rúa Progreso de Ourense Miguel Villar

Aseguran que las noches fueron un «infierno» con cuatro conciertos simultáneos

16 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El ruido durante las noches del entroido en el casco histórico de Ourense acabó en el juzgado. Un grupo de 25 familias residentes en la zona monumental presentó a principios de febrero una demanda colectiva en el juzgado de lo contencioso solicitando medidas cautelares para protegerse de los efectos del ruido generado por actividades musicales durante el carnaval organizado por el Concello de Ourense. «Los conciertos, las disco móviles y la batucadas convirtieron en un infierno las noches del entroido», resumen los demandantes.

Esta acción colectiva surgió como respuesta a la programación del Ayuntamiento de Ourense de realizar conciertos simultáneos en plazas del centro histórico que, según los residentes, podrían causar molestias considerables en una zona declarada saturada acústicamente hace veinte años. La demanda argumentó que las actividades musicales previstas en horario nocturno «no son indispensables para la celebración de esta festividad» y propuso que se impidiese la realización de actuaciones a partir de la medianoche. Este grupo de vecinos confía en que la resolución judicial impida la realización de conciertos en el centro histórico, especialmente en horario nocturno y no solo del entroido, sino también durante magostos, Samaín, Nochevieja o la noche de Reyes.

Como ejemplo de lo que se vivió durante el entroido a nivel de ruidos, los demandantes apuntan a que cuatro conciertos nocturnos a la misma hora en la rúa de Progreso, praza Maior, Santa Eufemia y Correxidor acabaron de manera simultánea a las tres de la madrugada.

La demanda presentada por este grupo de 25 familias residentes en la zona monumental forzó que el juzgado citara a la administración local a que explicara qué medidas había tomado para proteger al vecindario. Desde la asociación O Cimborrio cuestionan los argumentos esgrimidos por el director xeral de Innovación, Tecnoloxía e Intelixencia Artificial, Juan Carlos Fasero. Indican, por ejemplo, que presentó un decreto firmado el mismo día que acudió al juzgado asegurando que iban a solicitar a las agrupaciones musicales que no superasen los 110 decibelios. «Este ruido excede los estándares aceptables en esta zona que tiene una protección acústica desde hace dos décadas, ya que en entornos laborales donde se superan los 80 decibelios, es obligatorio el uso de cascos de protección auditiva», indican los denunciantes. También cuestionan que se use como argumento para amortiguar el ruido la colocación de carpas: «Parece una tomadura de pelo al juez, ya que estas se colocan en previsión de lluvias, como así ocurrió».

Las quejas vecinales sobre el ruido en el casco histórico han ido creciendo en los últimos meses. De hecho, O Cimborrio se ha unido a otros colectivos para crear la Federación Galega contra a Contaminación Acústica.

El programa

Los conciertos y discotecas móviles ocupaban un papel destacado en el programa del Concello de Ourense para el entroido. Así, el sábado se programaron sesiones de disyoqueis en la plaza de Santa Eufemia (23.30 horas), otra en la Praza Maior (23.59 horas) y en el Correxidor (00.30 horas), y un baile con la orquesta París de Noia en la calle Progreso (23.59 horas). El lunes, por su parte, se repitió el mismo esquema con la orquesta Olympus en Progreso y las sesiones musicales con mismos ubicaciones y horarios en la zona vieja.