La Asociación de Esgrima Antiga imparte clases con dos tipos de espadas medievales
09 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La esgrima antigua, o histórica, nada tiene que ver con el conocido deporte olímpico. «Se trata de un conjunto de artes marciales que se practicaban en Europa desde antes del siglo XIII. Son formas de lucha con armas blancas, que hoy en día han perdido su uso tanto a nivel militar como de defensa personal entre civiles», cuenta Pablo Cachafeiro. Él es instructor de esta disciplina y también vicepresidente de la Asociación Ourensá de Esgrima Antiga (Aourea), una agrupación que trata de recuperarla. Nació en el 2008 y actualmente está compuesta por casi cuarenta ourensanos interesados en las artes marciales históricas europeas. Su principal actividad es la divulgación, algo que hacen a través de clases que imparten casi todos los días de la semana. Están especializados en dos armas: la espada medieval de mano y media, que es la que utilizaban en los siglos XIII y XIV, y la ropera, típica de los mosqueteros del XVI, XVII y XVIII. Pablo y Santiago Vilar son profesores de la primera. Dan clases los lunes en el centro cívico de A Cuña y los miércoles en el Espazo Xove de Ourense, de 19.30 a 21.00 horas. A la misma hora, Juan Diego Conde da ropera los martes y jueves en A Cuña y también los sábados por la mañana de once a una. La edad mínima para apuntarse es de 12 años.
«La esgrima antigua no tiene la tradición de las artes marciales orientales, si no que se interrumpió y no ha llegado a nuestro días, por tanto lo que hacemos para poder recuperarla e impartirla es interpretar los tratados que hicieron los maestros de esta disciplina», explica Pablo. Se trata de libros recopilatorios con todas las instrucciones para manejar las armas, que datan de entre el siglo XIII y el XX. En las clases se enseña cómo traducir y dar una interpretación a los documentos, al mismo tiempo que se practica directamente con armas. «Trabajan con réplicas, primero de plástico y luego de metal, que tienen una mayor flexibilidad en la punta para evitar cualquier tipo de daño al rival», dice el ourensano. «De todas formas, los golpes duelen y por ello vamos protegidos de arriba abajo con lo que parece una armadura plástica completa (máscara, coderas, rodilleras, chaqueta blindada...)», añade.
En los últimos años se han apuntado más usuarios a la actividad, gracias, en muchas ocasiones, a la repercusión que tienen algunas series, películas o libros de temática histórica. «Juego de tronos ha hecho muchísimo por la esgrima antigua, ha dado a conocer este tipo de artes marciales y cada vez son más los que se animan a probar, aunque luego en muchos casos no cuaje, porque aquí hay mucho contacto físico y hay gente a la que no le gusta eso», dice Santiago. Esta disciplina no es solo idónea para todos aquellos a los que les interese la recuperación de artes marciales históricas. Tiene otras ventajas. «Es una actividad física efectiva, con muchos beneficios posturales, que nos ayuda a coordinar movimientos», dice Pablo. «También es una forma de aprender autodefensa, ya que enseñamos cómo actuar cuando nos desarman», amplía.
Entre los alumnos más aficionados está Saúl López, de 22 años. Se apuntó a clase en el 2020, pero no pudo empezar hasta un año después, cuando la pandemia se lo permitió. Practica tanto espada ropera como de mano y media. «Empecé a interesarme por las armas de niño. Me llamaba la atención el medievo y entonces descubrí la esgrima antigua gracias a internet», afirma este estudiante de Historia. «Me encanta la interpretación de tratados, valorar lo que querían decir los maestros de la Edad Media y dar vida a sus movimientos. Me resulta fascinante el trabajo histórico que hacemos y, por supuesto, el físico», confiesa Saúl. Entre sus compañeros está Roi Vide, de 15 años, que empezó a practicar esgrima antigua hace poco más de un mes. «Siempre me llamó la atención la temática medieval y un amigo me animó a apuntarme a clase. Me parece que es súper interesante y que, a pesar de ser un arte marcial, no es tan disciplinada como las orientales, por lo que es más divertida. Me parece una práctica muy liberadora, que me ayuda mucho a desconectar y desestresarme», termina.
Desde Aourea no solo imparten clases, también hacen exhibiciones, tanto en colegios como en encuentros y fiestas tradicionales. «Nos apuntamos a todo», afirma Santiago. Es posible ver al grupo en acción tanto en la Festa da Istoria de Ribadavia como en la batalla contra los franceses de Pazos de Arenteiro (Boborás). Además, la asociación ourensana está integrada en la academia de espada de Ton Puey, en A Coruña, un maestro de armas de esgrima histórica, que imparte clases a los alumnos de Ourense cada cierto tiempo.