
El pavimento de la principal carretera del Estado para acceder al sur de Galicia está cosido con parches alternados con zonas de asfalto nuevo
11 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La principal vía de comunicación por carretera del sur de Galicia con la Meseta, la autovía A-52, adolece de problemas de conservación de su pavimento, que evidencia un perenne mal estado en algunas zonas, como Verín, mientras que otras parecen arregladas con retales, parcheos y reparcheos que ofrecen una solución temporal pero acaban por romper en forma de nuevas grietas, baches o incluso socavones.
El estado del firme de la autovía entre Ourense y Zamora es desigual. Hay tramos en los que el pavimento se renovó recientemente con un nuevo asfaltado y que están en buen estado para la circulación. Sin embargo, la conducción no puede ser plácida a lo largo de todo el trazado, puesto que a un trecho con buen firme, como el renovado en el viaducto de Allariz, sigue una calzada que presenta reparcheos, hundimientos en el carril derecho y zonas rotas que provocan que el vehículo vaya a saltos.
Lo que predominan son las zonas con parches sobre parches, bien puntos con boquetes rellenados con alquitrán, bien con una nueva capa longitudinal, más o menos larga, en el carril más afectado. A lo largo de toda la A-52 se suceden capas de asfalto en relativo buen estado con otras de evidente deterioro. En algún punto, como el tramo a la altura de Ourense ciudad, tiene el asfalto arreglado, pero con productos que no evitan que se siga acumulado agua y produzca el efecto aquaplaning cuando llueve mucho.
En sentido decreciente del kilometraje de la autovía Rías Baixas, hacia Benavente (Zamora) se aprecian trozos reasfaltados con puntos dañados. Ocurre antes de llegar a Allariz. El viaducto en esta zona se reparó el año pasado y, como tal, luce un pavimento nuevo, pero la alegría dura poco, pues la subida antes de la llanura de A Limia ya deja ver badenes y partes del asfalto rotas, sobre todo en el carril derecho por lo que hay que evitar pegarse demasiado al borde diestro para no ir a trompicones.Es algo que sucede, por ejemplo, a la altura del kilómetro 202 en sentido Benavente.
Si en sentido Ourense, la calzada a su paso por la llanura de A Limia presenta un buen estado por un reciente asfaltado, no ocurre lo mismo cuando se circula por esta comarca en dirección a la meseta. Desde la salida de Xinzo en el PK 194, se circula por un carril derecho con capas relativamente nuevas hasta que tres kilómetros más tarde aparece una zona rota o grietas en una parte reasfaltada.

En Trasmiras, el viaje se vuelve bastante tranquilo, si se evita ir muy pegado al borde derecho. Hacia Cualedro se observa una mejora de la seguridad vial introducida recientemente, como es el fresado del pavimento para introducir un resalte negativo paralelo al borde de la pintura del límite de la calzada, que provoca un aviso sonoro que alerta al conductor ante un posible desvío o salida de vía no deseado.
Ya en la zona de Monterrei se aprecia que la solución para tapar los desperfectos es el sellado de las fisuras con alquitrán. La carretera aparece como cosida con visibles costuras. Ha habido algunas mejoras, pues a la altura de Vilardevós el firme presentaba no hace mucho serios problemas y en este momento está aceptable, sobre todo el carril central. Eso no evita encontrarse dos grandes baches por sorpresa. Desde As Vendas da Barreira hasta A Gudiña, el firme está también en buen estado tras una reparación pues era una de las zonas que presentaba más degradación no hace mucho tiempo. Sin embargo, ya aparecen unos baches en el Pk 128. No es algo aislado. En carriles que tienen nuevo pavimento, se ven parches o directamente agujeros sin tapar, como ocurre al paso por el kilómetro 120.

En el límite entre Galicia y Castilla y León, la calzada presenta un mal pavimento. A la entrada del túnel de A Canda ya se puede apreciar y continúa en la bajada al Padornelo. Tras una parte reasfaltada, surgen socavones en el viaducto del río Tuela y tramos levantados. En este trecho está peor el carril izquierdo. La autovía en sentido Benavente tiene a esta altura tres carriles, y alguno de ellos está dañado en ciertos puntos, bien el central, bien el derecho antes de la salida a Padornelo. A la altura del kilómetro 100 se vuelve a ver la convivencia entre partes de pavimento nuevo con zonas con el asfalto levantado. En el túnel del Padornelo, sucede como en el de A Canda: está mal la entrada, pero bien el interior. Hasta Puebla de Sanabria, el pavimento sí ha sido renovado y se circula bien.

En sentido inverso, hacia Galicia, los problemas aparecen en el viaducto de Requejo (km 93) y subiendo al Padornelo se aprecia la degradación del firme del carril lento. El interior del túnel está bien, pero la bajada posterior tiene un pavimento irregular. Lo mismo ocurre subiendo hacia A Canda. Los viaductos están bien, hay tramos con parches y capas asfaltadas y otras deterioradas. Uno de los tramos que se mejoraron es el de A Mezquita y, si bien sigue habiendo baches, hasta A Gudiña se puede circular aceptablemente. Sin embargo, tras superar esta localidad, entre los kilómetros 132 y 134, el asfalto está en mal estado.
Y la bajada hacia Verín se realiza sobre un pavimento irregular. El tramo entre la capital de la comarca y As Estivadas está en mal estado, un mal que parece endémico en esta zona desde hace años. Son unos diez kilómetros de subida con un carril lento degradado. La situación mejora algo, con parches, a partir del kilómetro 175.
Al entrar en A Limia se circula bien, después del nuevo asfaltado realizado en la calzad en sentido Porriño. Hasta el viaducto de Allariz, la autovía tiene buen firme. Desde ahí hasta Ourense, sin ser perfecto, y con irregularidades, baches y faltas incluso de pintura en algún borde se puede circular sin demasiados sobresaltos.
A base de remiendos, la autovía A-52, que se inauguro en 1998, sigue siendo la principal arteria de comunicación en la provincia de Ourense. En algunos tramos -como entre Ourense y Allariz- soporta una intensidad de más de 20.000 vehículos circulando al día, muchos de ellos de transporte de mercancías, con gran tonelaje.
En febrero, el Ministerio de Transportes anunció la licitación de un contrato por 12,14 millones de euros para la conservación de la red de carreteras del Estado en Ourense. Tiene una duración de tres años y no solo es para pavimento. En lo que respecta a la vialidad de la A-52, se prevé actuar entre los kilómetros 176 y 267, en la carretera OU-11 y en los ramales entre la A-52 y AG-53.