El Ourense CF se dejó el liderato en el feudo de una Gimnástica más certera (2-1)

Torrelavega se le volvió a atragantar a un Ourense CF que no perdía desde principios de diciembre y que, esta vez, pagó los efectos de cuatro minutos fatídicos al final de la primera entrega, cuando los locales se adelantaron en el marcador. Recortó distancias en la segunda parte, pero no fue suficiente para igualar la renta de la Gimnástica: 2-1.

Ejerció de líder desde el inicio el plantel de Rubén Domínguez, que incluso anotó en los primeros minutos, en un rechace al palo que el árbitro ya había anulado. Era un duelo físico desde el inicio, algo que ya sabían bien en el banquillo visitante, cuya alineación era la que ya se hizo habitual en las últimas semanas, con la única novedad de Riky Mangana en el lateral diestro, por el sancionado Andrada. El trivote ourensano lograba imponerse en la medular, pero las vías a ambas porterías estaban colapsadas en ambos sentidos. La tensión del choque fue en aumento y llegaron los primeros roces. El goleador Javi Delgado dispuso de su primera opción y también apareció en la otra portería Álex Gil, intimidando a los de casa.

Ya en los minutos previos al descanso, llegó el golazo de la Gimnástica, a través de su artillero Javi Delgado, con un remate inapelable. Aún intentaba asumir el cuadro forastero el nuevo curso del partido, cuando Delgado volvió a dar en la diana, un golpe demasiado fuerte para un equipo que llegaba a Cantabria en una dinámica excelente. Rubén Domínguez no tardó e darle un volantazo al partido. Prescindió del citado Mangana para incluir a otro atacante más, Brais Penela, y los forasteros volvieron a asumir posesión desde los albores del período complementario.

El combinado ourensano comenzó a merodear con mayor asiduidad por el área de Dani Sotres, que sacó un disparo de Alberto Gil, poco antes de que sus adversarios dieran por fin en la diana. El meta santanderino sacó otro balón, tras un rechace del larguero, pero en el área volvió a sobresalir la presencia de Gonzalo Di Renzo que remachó en el área pequeña.

Con el 2-1 y más de media hora por delante, el emparejamiento elevó su temperatura, los ourensanos pisaron el acelerador y la Gimnástica se convirtió en un frontón.

Dani Sotres se convirtió en protagonista y sacó un remate de Jerin y otro de Di Renzo. El meta santanderino se mostró muy seguro, por arriba y por abajo, con lo que los intentos de su oponente para empatar resultaron infructuosos, en un alargue tenso que se fue hasta los siete minutos.

En suma, un disputa de alto ritmo que resultó infructuosa para un líder que seguirá de cerca la estela del Pontevedra, que recoge el testigo.

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