Un Arenteiro que sufrió sin balón arañó un punto en Fuenlabrada (0-0)

El Club Deportivo Arenteiro busca lo que su técnico Javi Rey calificó como la matrícula de honor, o lo que es lo mismo, una plaza para la Copa del Rey que le discuten el Unionistas de Salamanca y un renacido Lugo. En Fuenlabrada, los carballiñeses intentaban retomar el camino de las victorias y, lo cierto, es que les tocó sufrir en un partido en el cual los de casa se hicieron con el control del esférico y las mejores oportunidades para marcar. Aún así, los visitantes acabaron el partido en la meta local, propinándole a los madrileños un par de sustos notables, antes de pactar las tablas: 0-0.

Los inquilinos del Fernando Torres, que ya van por el tercer empate sin goles tras la llegada de Alfredo Romero a su banquillo, salieron a marcar territorio desde el inicio. Ilies, que había privado a los carballiñeses de dos puntos en el alargue del choque de la primera vuelta, fue el primero en avisar, con un balón a las manos de un Pablo Bera bien colocado. El delantero también asumió la responsabilidad de lanzar un riguroso penalti a Cristóbal, pero esta vez el delantero galo golpeó el esférico en dirección a las nubes, para alivio de los visitantes.

En todo caso, la expedición verde vivía su propia decepción, cuando Manín Delage comprobó que no era capaz de continuar en el partido. Javi Rey optó con incluir a Marquitos, para moverse como un falso delantero y permutarse cuando podía con Luis Chacón o Álex Cardero en las posiciones de vanguardia.

Al contrario, eran los fuenlabreños los que seguían robando muy arriba e incluso incrustaban a hombres que llegaban de segunda línea, como el central Manu Lama, que estrelló contra el travesaño un estético —y envenenado— testarazo.

Los gallegos supieron sacrificarse en las tareas defensivas y poco a poco fueron alejando a los anfitriones de su área, eso sí, sin ser capaces de conseguir que el cuero les durara en los pies y, de ese modo, inquietar a un Belman que era mero espectador, al punto de que el único sobresalto del guardameta lo provocó Pibe en un libre directo con el tiempo cumplido en el que intentó sorprenderlo al palo corto, sin éxito.

Las espadas volvieron a salir de sus fundas al inicio de un segundo período en el cual el local Javi Currás quiso ser protagonista sin mayor dilación. Lo probó de salida con un disparo lejano a las manos de Brea y después con una incursión en el área que terminó bloqueada por el experimentado Pol Bueso, al cruzarse en el momento justo.

El Arenteiro volvió a domar las tentativas azules, a la vez que los madrileños se iban impacientando por la necesidad de sumar de tres y salir cuanto antes de la zona de peligro. Álex Cardero echó fuera un remate con el arquero en el lado contrario. Pudo ser la puntilla, pero los anfitriones volvieron a la carga. En un córner Sotillos rozó el paso con su remate y Sergio Benito, delantero con piernas frescas, malogró otro chut en óptima situación.

Los carballiñeses también comenzaron a crecer con la rotación de efectivos. El recién incorporado Iván Ramos y Cardero hicieron trabajar a Belman en dos centros que atajó el portero atento. Atrás le pusieron el candado a su meta y un envío de Regui por encima del larguero fue prácticamente su última intentona con profundidad, mientras que los visitantes acababan en el área contraria y Chacón estuvo a punto de matar el partido, al rematar una cesión de Romay, que a la postre no encontró las redes. Van 51 puntos y el puesto de Copa de Rey sigue al alcance.

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