Las obras del AVE afectan al regato de Amendo: «Teremos escaseza de pementos en Seixalbo este ano»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

La nueva canalización del regato de Amendo no ha quedado bien, según denuncian los vecinos. El último tramo de la tubería está peraltado, provocando que agua y sedimentos se acumulen a mitad de camino. La semana pasada hubo tormenta y la zona se inundó.
La nueva canalización del regato de Amendo no ha quedado bien, según denuncian los vecinos. El último tramo de la tubería está peraltado, provocando que agua y sedimentos se acumulen a mitad de camino. La semana pasada hubo tormenta y la zona se inundó. ALEJANDRO CAMBA

Los vecinos denuncian «graves chapuzas» en la ejecución del proyecto

18 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pimientos de Seixalbo son tan importantes para el pueblo que su equipo de fútbol lleva uno en su escudo. El regato de Amendo riega las huertas de los vecinos, que están preocupados por cómo las obras del AVE están afectando al arroyo. «Este ano teremos escaseza de pementos en Seixalbo», advierte un vídeo difundido por la asociación de vecinos. Su presidente, Xosé Carballido, nos enseña las «graves chapuzas» que, según denuncia, se acumulan en la zona.

La peor, dice, es el tubo que se ha instalado para canalizar el regato de Amendo. Él, aunque ya está jubilado, fue ingeniero y no se lo explica. Además de estar situado a una cota superior al cauce natural, el último tramo está peraltado, de modo que el agua se acumula a mitad de camino, depositando todo tipo de sedimentos en el interior de la tubería, de enormes dimensiones.

Los obreros la agujerearon para facilitar la salida del agua, pero la semana pasada una tormenta provocó el arrastre de tierra y piedras. «A auga acumulouse, encorou, encorou, e inundoume a finca das patacas», lamenta el vecino que tiene su casa justo a la salida del tubo. Allí se amontonan, por ahora, los restos del material arrastrado por el arroyo tras ser retirados de su cauce por trabajadores de las obras del AVE. Estos se afanaban también esta semana en limpiar el viejo lavadero, que se vio afectado por la inundación. Aún se pueden ver las marcas de la altura a la que pasó el agua, dejando la estructura medio sumergida.

Habían advertido

«Foi ao día seguinte xusto do escrito que presentamos», explica Xosé Carballido. Efectivamente, la asociación de vecinos había registrado en el Concello de Ourense un documento alertando del peligro que suponía la tubería construida para canalizar el regato. «Provocará a elevación da capa freática e, polo tanto, posibles asolagamentos das propiedades da contorna», advertía el texto. Y esos presagios acabaron cumpliéndose.

En base a su amplia experiencia profesional en materia de infraestructuras, Carballido cree que la solución pasa por reconstruir el último tramo de la canalización, el que está peraltado, provocando la acumulación de agua y sedimentos en el interior de la tubería. De no ser así, las inundaciones como la que provocó la tormenta de la semana pasada se repetirán periódicamente, advierte el presidente de la asociación vecinal, que achaca los problemas en la ejecución de la canalización a que se hizo a toda prisa junto a otras obras de cruce aprovechando un corte temporal del tráfico ferroviario. «Parece ser que o topógrafo non daba feito», dice.

Los vecinos denuncian el mal estado en que está el vial que da acceso al colegio y al campo de fútbol por el paso continuo de vehículos pesados. Una pintada reclama: «Tapad los agujeros».
Los vecinos denuncian el mal estado en que está el vial que da acceso al colegio y al campo de fútbol por el paso continuo de vehículos pesados. Una pintada reclama: «Tapad los agujeros». ALEJANDRO CAMBA

Justo por encima de la tubería de la discordia pasa la carretera que lleva al colegio y al campo de fútbol de Seixalbo y el estado del firme es lamentable por el paso continuo de los vehículos pesados que trabajan en las obras del AVE. La asociación vecinal lleva tiempo reclamando su reparación y Xosé Carballido asegura que lo último que le han transmitido de manera extraoficial es que se arreglará cuando acabe el curso escolar porque es necesario cortar el vial, que es el único acceso al centro educativo. Una pintada junto a la carretera urge: «Tapad los agujeros». El líder vecinal quiere que el Concello se implique para asegurarse de que se repara, entre otras cosas porque se trata de un vial de titularidad municipal, pero aún no ha recibido respuesta.