
Los azulones apenas remataron y concedieron un gol de penalti
01 sep 2024 . Actualizado a las 21:28 h.El Ourense CF no pudo cantar victoria en su estreno en O Couto. Asumió pronto la iniciativa contra un renovado Osasuna Promesas, pero terminó pagando la novatada en un entorno que hasta ahora no conocían. Una lección para tomar nota: 0-1.
L.os unos, de azul y locales, intentan amoldarse aún al ritmo de su nueva categoría. Los otros, de un rojo más vivo que el acostumbrado en Pamplona, dejaron ver un once bisoño al que Santi Castillejo le pidió sobre todo intensidad. Desde el inicio, los de Rubén Domínguez ofrecían más fútbol sobre el verde y el espigado Pablo Valencia sacaba los primeros remates de Gonzalo Di Renzo y Ángel Sánchez. Aunque Osambela intentó sorprender tras un pase en largo del propio guardameta visitante, el control seguía siendo azulón.
Jerin probó fortuna en un libre directo lejano, que no cogió palos por poco y Di Renzo envió altísima la bola después de una entrega de Andrada. El intenso calor no ayudaba a los futbolistas y la velocidad del juego decaía. A ese ritmo, llegaban los zarpazos osasunistas. Primero Dani Sancho, solitario referente en punta, remató en plancha un centro desde la derecha, que Marqueta no logró sacar con su manotazo. El asistente de ese lado anuló el gol y los ourensanos se rebelaron en su retorno al área rival. Valencia cortó un pase de Ángel a Di Renzo, que el primero había demorado en exceso, cuando el nueve estaba solo en el área. Después llegó el mazazo forastero. Sancho ganó la partida en zona de cazagoles y Marqueta lo derribó en su ansia por frenarlo. Toni Herrero fusiló desde los once metros y ya no hubo tiempo para más en la primera entrega del choque.
En el vestuario del anfitrión redibujaron su sistema, abandonando la defensa de cinco al prescindir de Miguel Prado y concederle el costado diestro del ataque al siempre punzante Álex Gil. Lo que estaba por venir era un Osasuna bien asentado atrás, con Ibaider Gárriz incluso un poco más pegado a su cuarteto defensivo. Buscaban salidas rápidas en dirección al referente Sancho, si bien, durante minutos, vimos una disputa de amalgama en pocos metros de la parcela central. No había espacios.
La situación era favorable para los pamplonicas, que veían como el cronómetro volaba sin grandes sobresaltos para el acertado Pablo Valencia, al que solo amenazaron seriamente los dos nuevos recambios de Rubén. Josema Raigal se había tirado al carril izquierdo y cruzó demasiado su intento de sorprender al arquero contrario, sin que Javi Carbonell —quien doblaba punta con Di Renzo— pudiera llegar a tiempo para cambiar la trayectoria del balón con su remache.
El resto de las incorporaciones no favorecieron las combinaciones fluidas y el filial navarro parecía mucho menos inexperto que al inicio del enfrentamiento. Al contrario, se las arreglaba para que no sucediera nada en un partido en el que los de casa también echaban de menos la chispa que sorprendiera a su oponente.
Ya en el último cuarto de hora, Di Renzo reclamaba un penalti por mano de su marcador, que le impedía domar el cuero en el área para revolverse. El asturiano Cueto Amigo, eso sí, se mostró autoritario con ambos contendientes y no permitió deslices. Volviendo a las amenazas de gol, los visitantes optaron por la movilidad del joven Asier Bonel (16 años), mientras sus compañeros cumplían en defensa. Carbonell fue otra vez el más incisivo y se marcó un eslalon que en última instancia cortó Xabi Huarte, ya en los últimos metros. El primer triunfo en casa tendrá que esperar, no fue el día.
OURENSE CF (0): Marqueta, Miguel Prado (Álex Gil, min 46), Moi, Raúl Prada, Andrada, Hugo Sanz, Del Olmo (Josema Raigal, min 60), Jerin (Fullana, min 73), Fidalgo, Angel Sánchez (Carbonell, min 60) y Di Renzo.
OSASUNA PROMESAS (1): Valencia, Diego Moreno, Espejo, Mutilva, Toni Herrero, Garriz, Mauro (Xabi Huarte, min 74), Osambela, Arroyo (Lumbreras, min 68), Pablo Moreno (Arai, min 74) y Dani Sancho (Asier Bonel, min 68).
GOL: 0-1, min 44: Toni Herrero, de penalti.
ÁRBITRO: Cueto Amigo, del comité de Castilla León. Amonestó con cartulinas amarillas a los visitantes Espejo y Garriz, así como al local Alberto Gil, que estaba en el banquillo.