Los ourensanos volvieron a apelar a una anotación coral ante el colista
02 nov 2024 . Actualizado a las 23:17 h.Lamerse las heridas de la primera derrota cuanto antes y subrayar las premisas de su proyecto para este año eran claves de la misión del Club Ourense Baloncesto, ante un Morón que apenas inquietó en el Pazo: 99-66.
Salió Moncho López con el triángulo Lisboa - Moody - Brito por fuera. El primero dirigió para forjar las ventajas iniciales (5-0) y Romaro Gill era el jefe bajo tableros. El center jamaicano enlazó tres canastas para 16-6 y el partido transcurría como habían ideado en el banquillo local, necesaria intensidad defensiva y buena selección de tiro. El 25-16 lo tradujo en números.
Las pérdidas y algún lanzamiento erróneo desordenaron el segundo acto de una contienda en la que los anárquicos foráneos de los andaluces firmaban su minuto de oro en audiencia. El 28-22 fue un espejismo, hasta que Rafa Lisboa calentó su muñeca. Al descanso, el base luso comandaba una ofensiva en la que ya varios cobistas rozaban los dobles dígitos, puesto que Krikke cumplimentaba la actuación de Romaro por dentro, mientras que los aciertos de Sergio Rodríguez o Javi López señalaron al descanso con un claro 52-32.
El COB volvió a su rotación más amplia en ausencia de Samu Rodríguez. Una rápida tercera personal de Gill forjó alguna que otra duda, pero el partido estaba encarrilado para los ourensanos, que alternaron buenos minutos con algún desliz, que en todo caso no rebajó la renta local a un punto realmente preocupante. Antes del desenlace de esta tercera entrega, Sergio Rodríguez volvió a afinar su mirilla y Martín Fernández selló el 78-55, reclamando esos minutos de protagonismo que el arousano ya está convirtiendo en habituales.
El cuarto capítulo del choque fue un mero trámite, si bien Moncho no permite que su equipo baje la guardia y les inculca la ambición de engrosar las diferencias porque los puntos siempre serán útiles en la clasificación. Aún así, fue el cuarto más flojo en el ataque ourensano. La propuesta del COB volvió a ser coral e incluso hubo minutos para el júnior Lagares. Antes de viajar a Castellón, los del Pazo se reafirman en los salones nobles de la clasificación y también marcan algunas de sus señas de identidad. La progresión continúa.
COB (99): Brito (13), Moody (17), Lisboa (8) Mendikote (4), Gill (12) —quinteto inicial—, López (12), Krikke (4), Sergio Rodríguez (17), Rosa, Fernández (11), Paz (3) y Lagares (0).
MORÓN (66): Marín (0), Kouadio (12), Tumba (2), Mack (1), Duke (10) —quinteto incial—, Jiménez (12), Tamba (4), Santana (2), Badji (13), M’Madi (10) y Parejo (0).
PARCIALES POR CUARTOS: 25-26, 27-16, 26-23 y 21-11.
ÁRBITROS: La contienda fuer dirigida por los colegiados Germán Morales Ruiz, Rodrigo Palanca Page y Miquel Remisa Tramuns.