El Arenteiro se estrella contra un filial barcelonés más práctico en las áreas (1-2)

Desde el primer partido como local del curso —ante la Leonesa—, el Arenteiro no caía en Espiñedo y lo hizo esta vez frente a un Barcelona B necesitado de puntos y más consistente tanto en la defensa de su portería como en sus acciones en el área rival: 1-2.

El nivel de exigencia que se autoimpone el conjunto carballiñés fue su principal castigo en una contienda en la que le discutió al talentoso filial culé el dominio del balón desde el principio. Así, en apenas cinco minutos, Ferreiro ­—en dos ocasiones— y Diego Gómez ya habían rondado el gol, algo que solo pudo imitar el juvenil Pau Prim con un misil muy por arriba de la meta defendida por Diego García.

Estaba cómoda la escuadra de Raúl Jardiel, puesto que los visitantes solo tocaban en zonas poco dañinas para sus intereses y, aunque a los de casa les costaba atacar con la misma convicción, Jordan volvió a ensayar un chut lejano, Pascu probó al estadounidense Kochen y Ferreiro lamió el palo con otro remate envenenado. Aún contó con otra buena oportunidad Diego Gómez, malogrando un remate que se le fue fuera por poco en una entrega al segundo palo, la cual incluso fue celebrada por el público, debido al efecto óptico.

El fútbol, en todo caso, no se gana a los puntos y el elenco blaugrana dio primero, en su primer remate entre los tres palos. La presión alta sacó partido de una mala salida de los verdes y el cuero le cayó a un goleador como Víctor Barberá, que no lo dudó al ver a Diego fuera de su portería. Golpe en la línea de flotación, con un 0-1 que pudo ampliar el propio delantero procedente del Brujas. En esa tentativa, el cancerbero de los anfitriones le sacó el esférico con una buena estirada abajo.

Al Arenteiro le tocaba reinventarse para el segundo tiempo, si quería hacer bueno su plan de partido y evitar que la pugna se convirtiera en un rondo eterno del filial culé. Por eso, los de Espiñedo se dedicaron a afilar su juego por los costados. El primero en progresar hasta el área fue Iano Simao, pero su remate lo cortó un impetuoso Mbacke. Otra vez proyectó el lateral cedido por el Dépor, pero en esa segunda visita a los dominios de los blaugranas su centro chut también fue alejado por la zaga.

En los mejores minutos de la andanada de los anfitriones aparecieron de nuevo Diego Gómez y David Ferreiro, sin duda lo más verticales. Al de Amoeiro ya lo perseguía un marcador de refresco, Edu Sánchez, y al veterano de Baños de Molgas tampoco lo frenaron en ese mismo carril, cuando su centro derivó en una clarísima doble ocasión. El primer remate, de Baselga, impactó en el cuerpo de Kochen, como el disparo de Pascu, desviado por Alexis Olmedo.

Fue una especie de canto del cisne carballiñés, porque Albert Sánchez ya había realizado cinco modificaciones en su once y Jardiel se la jugaba con una formación que cada vez tenía menos chispa. La sentencia llegó en una contra perfecta de Unai Hernández, que Dani Rodríguez cruzó al fondo de la red desde el pico del área. El Arenteiro tiró de orgullo y adelantó filas, en busca de la heroica, pero no fue hasta el minuto 92 cuando Pascu cazó un balón en el área y recortó distancias, sin tiempo para enderezar el tanteador.

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