El Arenteiro se queda en la orilla y cae en una aciaga matinal en Sestao (2-1)

Todo lo que podía salir mal al Club Deportivo Arenteiro complicó su visita al Sestao River, un equipo que no lograba ganar en casa y que afrontaba el choque como colista, pero fue capaz de superar a los hombres de Raúl Jardiel: 2-1.

Apenas dos minutos tardó el cuadro de Espiñedo en plantarse en el área rival y el resultado no pudo ser más frustrante. Diego Gómez se adelantó a Iago Herrerín, que tocó la pierna del extremo y lo derribó. El árbitro, sin embargo, convirtió el penalti en una tarjeta al atacante por simular la caída. Se contuvo en la protesta y siguió siendo uno de los mejores estiletes de un equipo que dominaba la parcela ancha y encerraba a su oponente en su mitad del embarrado terreno de Las Llanas, en una sesión matutina marcada por el frío, la lluvia y el viento. La movilidad de David Ferreiro provocó otra incursión en la que esta vez sí llegó a tiempo el cancerbero vasco.

Pero el fútbol no se decide por metros y sí por goles, como el que anotaron los verdinegros en sus primera aproximación, después de veinte minutos de control de su rival. La defensa de los futbolistas vestidos de fucsia no fue contundente y el centro del joven Erlantz Palacín lo cabeceó impecable Jon Etxaniz para enviar el cuero al palo opuesto.

Fue un mazazo para los de Espiñedo, que aún así lograron percutir otra vez, con una entrega de Ferreiro a Diego Gómez, que rebañó Rafa Gálvez. El mismo futbolista de Amoeiro se encontró después con Herrerín y los anfitriones mordieron otra vez en su vanguardia. Una rápida contra por el carril central fue culminada en dos toques por Bustillo, habilitando a un Asier Córdoba que pilló muy abierta a la retaguardia y definió con tranquilidad y eficacia, doblando la ventaja local. Una lectura muy negativa para un Arenteiro que no fue práctico y que cedía ante los zarpazos de su contrincante.

Jardiel agitó el árbol e incluyó a Adrián Cruz, Pascu y Marquitos para iniciar la segunda parte. El de Moaña no tardó en rematar el primer balón que conectó en el área, que se le fue alto. En la otra portería, Palacín hizo trabajar a Diego Gómez, con la advertencia implícita de que las contras del plantel de Las Llanas seguirían siendo una amenaza latente.

El elenco carballiñés pretendía meterse en el enfrentamiento cuanto antes y modificar un marcador que no reflejaba sus méritos. Enol volvió a inquietar al portero vasco y Diego Gómez se lanzó en plancha para cruzar demasiado un centro invalidado por fuera juego. Eran sus mejores momentos y aunque el Sestao volvió a dormir el partido, el incisivo Diego volvió a intentarlo tras un servicio de Pascu.

Los de casa apenas salían de la cueva, aunque el recién incorporado Alfred Planas volvió a pisar área y su chut lo repelió Javi Moreno. El tiempo se agotaba, pero al filo de los noventa reglamentarios, Pascu no llegó por poco a un centro chut con marchamo de gol, ya que se estrelló con el poste.

El colegiado prolongó cinco minutos y el Arenteiro Porfió hasta el final. De hecho, un Adrián Cruz siempre inconformista remató al fondo de la red un buen pase de Iván Muñoz, que volvió al once sustituyendo al lesionado Iano. Ya no había tiempo para más y se consumó la quinta jornada consecutiva sin ganar.

Finalizado el encuentro, Jardiel admitió que habían incumplido el planteamiento previsto: «No hemos estado especialmente bien, hemos puesto esfuerzo y actitud, pero no logramos adaptarnos y nos íbamos alejando de lo que teníamos que hacer. En la segunda parte mejoramos, generamos alguna situación e insistimos hasta el final».

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