La DGT pone el foco en el uso del cinturón de seguridad tras cuatro muertes en las carreteras de Ourense desde el año 2024: «Se trata de salvar vidas»

Hace cincuenta años que ponerse el cinturón de seguridad es obligatorio tanto para conductores como para usuarios de vehículos, pero todo ese tiempo transcurrido y las decenas de muertes que ha habido desde entonces por no hacer uso de ese elemento de seguridad parecen no haber sido suficientes. El pasado 27 de enero se produjo un accidente mortal en Amoeiro en el que el conductor y único ocupante del turismo no llevaba puesto el sistema de retención obligatorio, un incidente que pone el foco en la necesidad de seguir concienciando. Con ese propósito arrancó ayer en la provincia de Ourense una campaña en la que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, reforzados en algunas localidades con funcionarios de Policía Local, se volcarán en controlar a quienes no utilizan un elemento que puede salvar vidas. El dispositivo estará operativo hasta el próximo domingo, 16 de marzo.

«É una campaña pertinente e necesaria», aseguró el subdelegado del Gobierno en la provincia, Eladio Santos, durante la presentación de la campaña, realizada en un punto de control instalado en Seixalbo. Santos recordó que las multas por no llevar el cinturón de seguridad están en el tercer puesto del ránking de sanciones y mencionó que dos de cada diez fallecidos el año pasado en siniestros viales ocurridos en las carreteras gallegas incumplían con esa obligación. «Temos que seguir con esas campañas periódicas, de divulgación e información e tamén de control», advirtió, explicando que se pueden salvar muchas vidas solo con un simple gesto. «Segue sendo necesario porque se trata non de sancionar, senón de salvar vidas», dijo.

Pero las denuncias están ahí y forman parte del trabajo diario de los agentes. Desde enero del 2024 y hasta febrero de este año la Dirección General de Tráfico de Ourense retiró un total de 3.142 puntos a conductores y usuarios descubiertos cometiendo una infracción que supone la detracción de cuatro puntos del permiso y el pago de una multa de 200 euros. El dato supone que se formalizaron 785 sanciones, una media de 56 cada mes.

Lo peor, con todo, son las víctimas mortales. «O único falecido este ano era un condutor que non facía o uso do cinto e o ano pasado houbo tres casos. Con estes datos temos que seguir insistindo», advirtió David Llorente Rey, responsable provincial de la DGT. Destacó que es frecuente detectar a usuarios de autobuses que no se ponen el cinturón de seguridad y recordó que se trata de una obligación para todos los que viajen por carretera. Mencionó la tragedia ocurrida en Nochebuena del año 2022, cuando un autobús con nueve pasajeros se precipitó al río Lérez en la localidad de Cercedo-Cotobade (Pontevedra). «Salváronse dúas persoas, as que levaban posto o cinto», recordó.

En la misma línea, el capitán de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Javier Barja, aseguró que muchas infracciones se detectan en carreteras secundarias, entornos rurales o incluso en los alrededores de centros educativos, por lo que será en estas zonas en las que se haga hincapié durante la campaña que se va a llevar a cabo a lo largo de toda esta semana. «Esto facémolo todo o ano pero nestas semanas incentivaremos máis a vixilancia», advirtió.

Paneles con cámaras

Y no serán solo agentes de Guardia Civil y Policía Local los que controlen la utilización del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil tantos en vías urbanas como interurbanas. Los cuatro paneles de mensajes variables que se encuentran ubicados en la capital ourensana están dotados de cámaras de vigilancia que son capaces de detectar este tipo de infracciones, por lo que se hace un llamamiento para que nadie se confíe. Así lo aseguró el director provincial de la DGT, que insiste en que la finalidad última de este tipo de dispositivos no es tanto la sanción como la concienciación.

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