Arden tres casas en A Veiga de Cascallá, el pueblo de Valdeorras arrasado por el gran incendio del 2022
OURENSE
Las llamas se originaron en una vivienda, que quedó calcinada, y afectó a otras dos. Estaban habitadas pero no hubo heridos, aunque uno de los bomberos sufrió un accidente
16 mar 2025 . Actualizado a las 20:44 h.Un incendio quemó varias viviendas en A Veiga de Cascallá, en Rubiá, esta madrugada. La casa en la que se originó el fuego quedó calcinada por completo, otra quedó bastante deteriorada y una tercera se pudo salvar de grandes daños. Los servicios de emergencias de Valdeorras estaban bajo mínimos y pudieron extinguir el fuego cuando ya estaba muy avanzado. Uno de los bomberos del parque comarcal sufrió un accidente por la caída de una viga y tuvo que ir a urgencias al terminar el operativo. Las casas estaban habitadas pero no hubo heridos. Este pueblo todavía se recupera del gran incendio forestal del 2022 que arrasó parte de las viviendas. Las afectadas en esta ocasión se había librado de aquellas llamas.
El aviso se produjo a las 22.20 horas, cuando la Axencia Galega de Emerxencias movilizó a los medios de extinción. Sin embargo, las dotaciones locales estaban bajo mínimos. Acudieron dos bomberos del parque comarcal de Valdeorras y uno del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Barco. Por lo que también acudió el GES de Quiroga desde la provincia lucense y fueron avisados el de Verín y el de Monforte, pero no hizo falta su intervención. Actuó además una brigada forestal de la Consellería de Medio Rural.
Los equipos de bomberos todavía desconocen las causas del origen del fuego. Empezó en el interior de una casona de madera restaurada situada en el centro del pueblo. Las llamas avanzaron rápidamente por la estructura y afectaron al menos a otras dos casas posteriores al estar muy pegadas unas entre las otras por ser un núcleo antiguo. La principal quedó completamente calcinada en el interior, aunque la fachada quedó intacta. Viven una madre y su hijo, pero tienen más familiares en el pueblo con los que pudieron quedarse. Las otras dos son segundas residencias.
Todas estaban habitadas. En un primer momento, avisaron de que había tres personas en el interior pero cuando los bomberos de Valdeorras estaban en camino ya fueron informados de que habían conseguido salir, por su propio pie o con ayuda de los vecinos. Cuando llegaron al pueblo, el incendio ya estaba muy avanzado y tan solo eran tres operarios para hacerle frente. Además, a uno de los bomberos comarcales le cayó una viga en el cuello, entre el casco de protección y el traje. Aunque aguantó toda la intervención, se empezó a encontrar mal y acudió a urgencias. El médico le dio la baja, quedándose así el parque con un solo bombero operativo hasta las nueve de la mañana, cuando entran otros tres a trabajar.
El incendio quedó extinguido de madrugada en una noche que recordó a la pesadilla vivida hace tres años. Aunque esta vez no fue un fuego forestal y las viviendas del centro de pueblo no lo habían sufrido, los vecinos todavía están intentando reconstruir por completo sus casas. Incluso alguno de los bomberos que actuaron esta vez son los mismos que vieron arder A Veiga de Cascallá en el 2022, viendo cómo la aldea todavía sigue afectada.