Fernando Sainz de Ugarte: «El espectáculo 'Distirak' es fruto de la invitación que cursamos a tres autores»
OURENSE
Danzank, el centro de creación de danza contemporánea del País Vasco, llega con su obra al Principal
22 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Día 22 • 20.00 horas • De 12 a 20 euros • Teatro Principal • Danzank, el centro de creación de danza contemporánea del País Vasco, llega este fin de semana al Teatro Principal con su montaje «Distirak» (Destellos). Un montaje de 75 minutos en la que se engarzan tres propuestas firmadas por otros tantos directores: Davidson Jaconello —«Staff»—, Alexandros Stavropoulos —«Pink»— y Sarada Sarita —«Verdantz»—. Sobre el escenario hasta doce bailarines: Antonio Javier Aguilera, Oihane Aramendia, Nerea Bakero, Aitzol Barbarias, Jacopo Bellani, Enrico Benedet, Efrén Colomer, Olatz Eguía, Clara Esteban, Joana Ouret-Campagnet y Yaiza Vela. Fernando Sainz de Ugarte es el director general de Danzank.
—¿Desde cuándo están girando con «Distirak»?
—Desde enero del 2024 hemos realizando más de veinticinco actuaciones por todo el país y por Europa.
—¿Y el resultado?
—Excelente. Danzank es un proyecto cuyo objetivo es acercar propuestas interesantes al público para dinamizar todo el sector y tratar de que cada vez se programe más danza y que la misma llegue a un mayor número de público.
—¿La presencia de la misma en los programas es la asignatura pendiente?
—Sin duda. Según la SGAE solo el 4 % de lo programado en el 2024 en artes escénicas fue danza, aunque representó el 7 % del público. Tenemos que superar esta situación y hay margen para la esperanza: los espectadores con que contamos son cada vez más jóvenes y el interés está creciendo.
—¿Qué propone «Distirak»?
—Es un proyecto con tres bloques que se interrelacionan y que parten de una invitación que nosotros cursamos a sus autores. Y ese es el resultado.
—¿Cuál es la base de «Staff»?
—Davidson Jaconello fue bailarín de Danzank hace unos quince años. Su pieza, «Staff», nace de un momento postpandémico y es un homenaje a los técnicos, a esos profesionales a los que no se les ve pero sin los cuales nada es posible. Sobre el escenario hay personas, objetos y herramientas para trasladar la idea de que se está preparando un montaje.
—¿Y de ahí a «Pink»?
—Como su propio nombre indica el rosa lo llena todo. Pasamos del negro y gris de los técnicos a esta explosión de color. A Alexandros Savropoulos lo conocimos a raíz de coincidir con él en un premio en Stuttgart. Y le dimos la oportunidad de trabajar con nuestro elenco. Es una coreografía con mucha ironía, ágil, con humor que te impacta y sales diciendo cómo te ha influido lo que has visto.
—Para cerrar con naturaleza.
—También ahí se deja ver la influencia de la postpandemia. Sarada Sarita, la autora de «Verdantz», es holandesa con raíces chilenas. Y se decantó por una coreografía en la que predomina la naturaleza, las raíces de las culturas indígenas y la conexión con la tierra.