A prisión un vecino de A Gudiña por mantener relaciones sexuales con una joven de 13 años
A GUDIÑA
Los hechos habrían ocurrido el pasado mes de marzo, durante la celebración de los carnavales
26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Un hombre de 27 años, vecino de A Gudiña, ingresó el pasado viernes en la prisión provincial de Pereiro de Aguiar acusado de haber cometido un delito de abuso sexual hacia una menor de edad. Aunque el auto judicial por el que se ha acordado privar de libertad al sospechoso es de hace apenas unos días, los hechos por los que figura como investigado se remontan al pasado mes de marzo.
Habría sido a principios de ese mes, durante la celebración de los carnavales, cuando el agresor habría mantenido un encuentro sexual con la adolescente, de 13 años. Según ha trascendido, ambos son del mismo entorno familiar y durante una madrugada de esas fiestas el adulto se ofreció para ir a recoger a la joven, que había salido de noche. Habría sido en el viaje de regreso a casa cuando, según se sospecha, el adulto propuso a la menor tener relaciones íntimas, accediendo ella. Días después el asunto trascendió entre los familiares de la menor, que pusieron una denuncia ante la Guardia Civil. El adulto, en su primera declaración, negó los hechos. Aseguró que no se había producido ningún encuentro sexual, por lo que se acordó su puesta en libertad a la espera de que avanzasen unas investigaciones que la semana pasada dieron un vuelco importante. Así, los funcionarios del instituto armado localizaron grabaciones en las que se ve el encuentro íntimo entre adulto y menor. Se trata de imágenes que el investigado habría tratado de eliminar, aunque pudieron ser recuperadas por los especialistas. Ante esas evidencias, Fiscalía y acusación particular pidieron prisión, y el juez así lo acordó.
Durante todo este tiempo la menor se ha mantenido en su versión de los hechos. De hecho, es más que probable que en el caso de que haya juicio ella no tenga que volver a testificar. Así, declaró en la sala Gesell —un espacio del juzgado preparado para víctimas que no han alcanzado la mayoría de edad— acompañada de dos psicólogas forenses. Desde otra sala, las partes personadas en el caso pudieron ver y oír a la chica y hacer preguntas a través de un sistema de comunicación interno.