Elsa deja múltiples incidencias en la provincia de Ourense

La Voz OURENSE

A MERCA

En A Gudiña se ha derrumbado un puente, resultando herido un efectivo de Protección Civil

20 dic 2019 . Actualizado a las 10:30 h.

Tras una jornada de jueves muy complicada en la provincia de Ourense, Elsa sigue este viernes dejando incidencias. Una de las más graves se ha registrado esta madrugada, al derrumbarse un pequeño puente en la localidad de A Gudiña. Se trata de una estructura que se encuentra ubicada en la carretera y que comunicaba la N-525 con el pueblo de Erosa.

A consecuencia del derrumbe, que ha tenido lugar sobre las seis de la madrugada de este viernes, ha quedado un socavón que no permite el acceso de ningún vehículo a motor. Sobre las siete efectivos del GES de Protección Civil de A Gudiña y una patrulla de tráfico del destacamento de Verín han cortado la calzada, de titularidad municipal y han establecido un itinerario alternativo por una pista que enlaza esa zona con la carretera que une A Gudiña y Vilariño de Conso. Eso sí, se trata de una vía que solo es apta para vehículos todoterreno.

A consecuencia de este incidente un miembro del GES de A Gudiña ha resultado herido leve cuando trataba de auxiliar un conductor que estaba en peligro

Además, a esta hora de la mañana sigue habiendo problemas en numerosas carreteras. Están cerradas al tráfico por inundaciones la OU-0305 (Rivadavia-Arnoia), la OU-101 0(Oimbra-A Rabal), la OU-1011(Verin-Oimbra) y  la OUP-0000, de Baños de Molgas a Vide. En todos los casos existen vías alternativas.

El jueves, un día complicado

Madrugada complicada la del jueves en la provincia de Ourense. La borrasca Elsa dejó múltiples incidencias. Una de las más importantes se ha producido en Verín, ya que el viento ha dejado sin la mayor parte del tejado de uralita al IES Castro de Baroncelli, que también ha visto dañado el edificio del pabellón de deportes. Fuentes del centro explicaron que no ha habido ningún herido, pero que las clases han tenido que ser suspendidas. No hay fecha para que los chavales vuelvan a clase (a falta de un día para las vacaciones navideñas) debido a los daños en la estructura. «Ya comenzaba a haber goteras y no era factible la actividad lectiva», explicaron desde el centro. Los daños, aún por evaluar, son muy cuantiosos y se desconoce cuándo podrán ser reparados. Además, los restos de uralita que salieron volando afectaron a varias viviendas colindantes, según informan desde Protección Civil de Verín a través de las redes sociales. La jefa territorial de la Consellería de Educación, Luz Fernández, se ha desplazado al centro para ver la situación. Según informan desde la Xunta, está previsto que una empresa cubra con lonas el centro, y se invitará (por el procedimiento de urgencia) a tres empresas para que presenten ofertas para hacer la obra. El objetivo es instalar el panel de la cubierta en los próximos días.

También en pleno centro de Verín cayó un muro en la calle Luis Espada. Los restos del muro se desplomaron sobre la acera y un tramo de un carril de la N-525 que atraviesa la villa. La Policía Local tuvo que cortar temporalmente el tráfico en ese punto. A las siete de la mañana ya habían sido retirados los restos de escombros de la calzada.

Desde el colectivo de voluntarios explican también que la N-532 estuvo totalmente cortada al tráfico a la altura del número 149 durante tres horas debido a la caída de tendido eléctrico y el tejado de una vivienda. El tráfico quedó restablecido a las ocho de la mañana. También trabajaron los miembros de Protección Civil en la retirada de las chapas de un tejado que cayeron en la rúa Elle. Y los operarios municipales se afanan en retirar los árboles caídos en varias calles del casco urbano.

Además, desde las 7.30 horas del jueves está cortada la carretera que une Vilela (Verín) con A Pousa (en el Concello de Monterrei) por la subida del nivel del río. El río Búbal, en Vilaza, en Monterrei, volvió a desbordarse al igual que en julio, pero con mucha menos intensidad. El agua anegó parte del área recreativa del pueblo, pese a las labores de reforma y drenaje del cauce fluvial acometidos por la Confederación Hidrográfica del Duero en los pasados meses tras la riada de julio.

En A Limia también se produjeron varios incidentes, como la caída de árboles en la zona de O Toural, junto a las piscinas municipales de Xinzo, sin que se produjeran destrozos reseñables ni daños a personas.  Trabajadores del Concello, Protección Civil y Bomberos trabajaron desde primera hora para retirar unos árboles caídos sobre el tendido eléctrico, que han dejado sin luz varios edificios de la zona de la pista de O Bouzo y en O Toural. «Ha habido numerosas incidencias, pero no daños humanos o perjuicios materiales graves», dice la alcaldesa, Elvira Lama. Parte del tejado del juzgado resultó con algunos desperfectos, provocando la caída de cascotes, que acabaron rompiendo una ventana del edificio.

 En O Barco de Valdeorras, el fuerte viento derribó las vallas de la rotonda de la avenida de Galicia (la conocida como glorieta de Cedie) y tiró un árbol en la calle Villabril de Viloira. La situación fue detectada por la Policía Local y antes de las ocho de la mañana las incidencias estaban resueltas, según explica el alcalde, Alfredo García. En la localidad se mira con cierta preocupación la subida del río Sil, ya que está en nivel de alerta, aunque García incidía en que «no ha llovido prácticamente nada; para nosotros el problema está en si hay alerta río arriba, en Os Ancares o Bierzo, porque entonces el agua llega a O Barco. Pero si no hay problemas río arriba, la situación será río abajo, y no nos afectará». Apuntaba, no obstante, que todavía hay que esperar a mañana, porque sigue la alerta y hay previsión de fuertes lluvias.

En A Rúa de Valdeorras también se produjeron algunas incidencias. El viento derribó varios contenedores en el casco urbano. Además, hubo tres pequeños derrumbes en la N-120, en el tramo pasando el parque de bomberos hacia Quiroga. Cayeron piedras y tierra, así como algún árbol, lo que mantuvo cortado uno de los carriles al tráfico durante unas horas. A las diez de la mañana la situación se había resuelto y únicamente quedaban conos alertando de los pequeños desprendimientos, cuyos restos fueron retirados hacia la cuneta.

Además, el viento arrancó un árbol dentro del recinto del IES Cosme López, así como dos cipreses plantados en el cementerio de Fontei.

En Manzaneda tuvieron que trabajar para abrir un desvío alternativo a la carretera que sale del casco urbano hacia Vilariño de Conso. El temporal ha provocado el hundimiento de un trozo de la OU-701 en la zona del área recreativa de Cea. Es una carretera propiedad de la Diputación, que ya presentaba problemas. De hecho, desde la administración provincial ya tenían listo un proyecto para mejorar el firme, según explica el alcalde, Amable Fernández. Operarios de la Diputación y del Concello trabajan para habilitar un desvío alternativo «porque ese tramo vai estar cortado ao tráfico varias semanas», avanza Fernández. «Estamos intentando abrir un codo da estrada vella, entre a área recreativa e o ría», explica el alcalde.

En Baños de Molgas, Protección Civil informa a través de sus redes sociales que se cortó la carretera de Molgas a Os Milagros, de Molgas a Funcuberta y de Molgas a Vide por la subida del río Arnoia.

Anoche, alrededor de las once, un árbol cortó la carretera que va desde la N-120 hasta el pueblo de Córgomo, en Vilamartín de Valdeorras. 

Operarios municipales trabajan en el parque de las Zapatillas, en la capital
Operarios municipales trabajan en el parque de las Zapatillas, en la capital C. Andaluz

En la ciudad de Ourense, la Policía Local actuó hasta en 22 avisos. El primero afectó al propio cuerpo, ya que a las cuatro y media de la madrugada dejó de estar operativa la emisora base de la Policía Local. Un agente se desplazó hasta Coto Berredo, donde se encuentra la antena repetidora y comprobó que no había fluido eléctrico, por lo que dio aviso a una empresa de reparaciones. A la misma se le dio cuenta de la caída de varios postes de fluido eléctrico en las calles Marcelo Macías, en la parroquia de Rairo y en la N-120 a la altura de la desembocadura del río Barbaña, donde la caída de un matorral de más de cinco metros se llevó el tendido eléctrico.

Cayeron árboles en la avenida Marín-Rey Soto, cortando ambos sentidos de circulación; en la N-120 (desdoblamiento de la carretear de Vigo) y en el vial de acceso a la N-525 desde Barbadás. En estos operativos participaron también los bomberos de Ourense. Y también cayeron vallas publicitadas sobre el puente Ribeiriño y claraboyas de varios edificios salieron volando, acabando en la vía pública. En la calle Remedios, la claraboya acabó sobre la entrada del garaje del edificio judicial de la calle Velázquez. También hubo daños en Martínez Sueiro, donde además la antena de un edificio quedó en peligro de precipitarse, por lo que los bomberos la retiraron; en la avenida Marín y la carretera de A Granxa. Además, en la rúa Marcelo Macías los bomberos tuvieron que retirar la cubierta de un edificio; del que habían caído cascotes, dañando un vehículo.

Desde el departamento de Medio Ambiente del Concello de Ourense cifran en 37 los árboles caídos en la ciudad, en hasta 26 puntos distintos. «A combinación da forza do vento, o peso da auga nas follas das árbores e a pouca capacidade do solo (saturado de auga polas constantes choivas destes últimos días) provoca que as especies coníferas e as frondosas de folla perenne sexan máis vulnerables ás caídas», explican desde el departamento que dirige Jorge Pumar. Las incidencias más salientables fueron a la avenida Marín, Camiño Antiguo Cudeiro (Plaza 1000), el parque Zapatillas, el parque de Carrileiros de Foula, la pradera Salesianos, el parque multiaventuras, taludes de la N-525, el parque Barbaña, la rúa Ervedelo, la zona forestal de Oira, el cruce de la avenida Universidad con Peña Rey (en este caso, el árbol caído dañó un vehículo aparcado) y en el parque O Couto.

En la calle José Gil varios vehículos resultaron dañados por los golpes recibidos de contenedores arrastrados por el viento, por lo que la Policía Local informó al encargado de Ecourense, a quien se alertó también de la caída de contenedores en la praza de Sandiás, la rúa Emilia Pardo Bazán y la rúa Xosé Manuel Pintos. En la avenida Marín también se vieron afectados dos coches, en este caso por la caída de restos de tejas.

Además, la caída de un árbol sobre la fachada provocó importantes daños en la escuela de arte Antón Faílde. En la residencia de la Laboral cayeron varios árboles, provocando la rotura de varias ventanas.

En Cortegada los vecinos estuvieron sin luz ni teléfono desde las 3 de la madrugada. Concello, centro médico y restaurantes estaban parados por falta de suministro eléctrico y ausencia de red de telefonía (aunque hay zonas que recuperon este servicio antes, aunque funcionaba de manera intermitente). Además, hubo árboles caídos en pistas..

A primera hora de la mañana de este jueves varias vías estaban afectadas tanto por la caída de árboles como por las inundaciones:

 A primera hora de la tarde permanecían cortadas por inundaciones la OUP-0000 (Verín-Vilela) Verín, por la subida del Támega y la OU-1114 (Vilar de Santos-Ponte Linares), en  Rairiz de Veiga.

En Xunqueira de Espadanedo, la tormenta arrastró numeroso material vegetal, piedras y tierra hacia las pistas y fincas particulares. El Concello trabaja en la limpieza de varias pistas y carreteras secundarias del municipio. En la localidad de O Barrio, se levantó una tapa del saneamiento y afectó a una vivienda a la que le entró agua hasta unos cinco centímetros de altura, según fuentes municipales. El 112 refiere que hubo varias casas anegadas.  

En Cartelle, ocho pueblos, incluida la capitalidad de Outomuro, estuvieron sin luz desde las seis de la mañana. En algunas localidades como Santa Baia o Espiñoso se recuperó a a la una del mediodía pero volvió a perderse. El fuerte viento y la lluvia afectó al tendido de media tensión y se está trabajando en la reparación de varias averías, precisan desde el Concello. Protección Civil estuvo trabajando en la limpieza de pistos para dejar libres los accesos a los pueblos.

En Viana do Bolo, la crecida del río Bibei ha dejado la carretera de acceso al pueblo de Pradorramisquedo bajo el agua. El alcalde, Secundino Fernández, intentó acercarse hasta la localidad esta mañana, pero no lo consiguió por la gran cantidad de agua que atraviesa la carretera, haciendo imposible saber por dónde discurre el trazado.