José Ramón Seara, geólogo: «El mayor acuífero termal de Galicia podría estar bajo la antigua laguna de Antela»

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

A MERCA

Seara, ante la estación de Ourense, que le trae recuerdos de sus viajes de infancia.
Seara, ante la estación de Ourense, que le trae recuerdos de sus viajes de infancia. Santi M. Amil

En el termalismo ourensano hace falta planificación y visión de conjunto, dice el profesor

12 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El padre de José Ramón Seara Valero, profesor del campus ourensano, emigró a Madrid desde A Merca y él nació allí. Sin embargo, la familia viajaba con frecuencia a Ourense y así es como, siendo niño, conoció el Xurés. «Aquellos perfiles serrados, enérgicos, abruptos, llenos de vida y de fortaleza, me impactaron. Me dijeron: ‘Yo quiero estudiar Geología’. Al ver aquellos relieves, quería conocer la historia de esos lugares, quería saber cómo se han formado, qué cataclismos han ocurrido para que se muestren con tanto orgullo». Así fue: cursó la carrera en la Universidad Complutense y después surgió la oportunidad de hacer el recorrido inverso a su padre para dar clases en el entonces incipiente campus ourensano.

Para un geólogo, esta provincia es un regalo. «Cuando me vine, tenía un 600 y con él me recorrí por primera vez toda la geografía ourensana. Todo lo que veía me llenaba, es una maravilla», explica Seara Valero, a quien, además del Xurés, apasionan, por ejemplo, las formaciones de origen glaciar que hay el oriente de la provincia. «Es un verdadero espectáculo, pero muy desconocido», lamenta el profesor, que subraya el abandono generalizado del inmenso patrimonio ourensano desde el punto de vista geológico, pero también artístico e histórico. «Aunque ha mejorado en los últimos años, falta señalización y falta material didáctico y pedagógico. Además, al llegar, muchos lugares están cerrados y no es posible visitarlos», resume.

Como geólogo, se ha interesado con especial intensidad por la riqueza termal que existe en Ourense. «Las aguas termales, con ese lento y constante fluir, nos demuestran que por debajo de la superficie del suelo sigue habiendo actividad. El termalismo es la cara amable de un planeta vivo, que cambia muy lentamente y que, cuando no es así, puede resultar catastrófico», reflexiona el profesor.

Desde un punto de vista más social, Seara Valero destaca que a partir de los años noventa del siglo pasado se hicieron esfuerzos por retomar el uso de antiguos manantiales, pero dice que otros muchos son irrecuperables y cree que es «una lástima». Echa en falta una mejor planificación para el desarrollo del termalismo y explica que lo primero que habría que hacer es una investigación en profundidad para conocer el modelo geodinámico en el que se enmarcan las aguas termales. Ese trabajo facilitaría una visión de conjunto que permitiría conocer la situación exacta de los acuíferos: «Además de aprovechar los existentes, podríamos prever otras muchos que sin duda existen, pero hoy por hoy pasan desapercibidos».

Las manifestaciones termales ya conocidas en el entorno de la capital están a orillas del río Miño, en zona inundable, o rodeadas de carreteras y otras construcciones, lo que dificulta su aprovechamiento, según remarca. Sin embargo, existen otros recursos disponibles en la provincia con características más adecuadas para impulsar proyectos termales. José Ramón Seara pone como ejemplo el descubrimiento de un enorme yacimiento de este tipo en la comarca de A Limia. «Si fuéramos capaces de encontrar aguas termales en lugares desprovistos de infraestructuras y de poblaciones, a lo mejor se podrían hacer grandes proyectos. Yo descubrí uno de estos lugares, pero hoy por hoy sigue pasando desapercibido», dice Seara Valero, que se refiere al «enorme acuífero termal, que podría ser el mayor de Galicia, que está bajo la antigua laguna de Antela».

Es una zona con «estupendas» perspectivas, según los estudios realizados bajo su dirección, con agua a 45 grados centígrados brotando a ochenta metros de profundidad. Ahora solo falta aprovechar esa riqueza subterránea.

Profesor del campus desde sus inicios en O Posío, vio «con asombro» su evolución

José Ramón Seara llegó a Ourense hace cuarenta años para dar clases de Geología en el campus ourensano, que entonces empezaba a dar sus primeros pasos en O Posío. «Lo he visto crecer con asombro», explica el profesor, que confiesa que en aquellos inicios veía con «cierto escepticismo» las posibilidades de desarrollo del campus. «Cuando pasamos de depender de Santiago a Vigo hubo muchas dudas, pero se solventaron pronto y las cosas se iban haciendo», explica Seara, que se muestra satisfecho con la evolución de Ourense en esta materia y también con su decisión personal de trabajar aquí. Cree que su padre, que se marchó muy joven a Madrid desde A Merca, estaría orgulloso.

DNI

¿Quién es? José Ramón Seara Valero. Hijo de un emigrante de A Merca, nació en 1957 en Madrid. A principios de los años ochenta él hizo el viaje a la inversa y se vino a vivir a Ourense.

¿Qué hace? Geólogo. Trabaja como profesor en la Facultad de Ciencias del campus ourensano.

Su rincón. La estación intermodal. Es uno de sus rincones preferidos por los recuerdos que le trae, cuando de niño venía en tren a pasar las vacaciones en San Pedro da Mezquita, pero también por su valor simbólico: «Es un lugar de tránsito, de esperanza, de proyectos, pero también de despedidas».