El concello ourensano de A Pobra de Trives lleva medio siglo exaltando su dulce más internacional
29 jul 2023 . Actualizado a las 18:56 h.Cincuenta ediciones cumple la fiesta más dulce. En A Pobra de Trives llevan medio siglo exaltando su postre más internacional, la bica mantecada, la que lleva manteca de vaca —y no mantequilla, que abarata los costes, pero le resta sabor a la receta—. Es el postre perfecto, marida a la perfección con el desayuno, la merienda o la cena, sin olvidar cualquier picoteo entre horas. Fue el bocado final para las cerca de trescientas personas que acudieron a la comida de la Festa da Bica con un menú a base de empanada de ternera cachena y un plato principal de ternero ao espeto, que los cuatro cocineros —Paco, Fermín, Santiago y Tomás— prepararon durante más de doce horas para garantizar que la carne estuviese lista para el mediodía.
María Isabel García, de la panadería Terras de Trives, fue la encargada de dar el pregón previo a la comida. Lo hizo exaltando la tradición de un producto que su familia elabora desde hace más de cuarenta años. Hace veinte años que su hermano José entró en el negocio, al que después se unió ella. «Levamos vinte anos repartindo bica por Galicia», señaló. Distribuyen a multitud de puntos en toda la comunidad, pero no se ponen fronteras y también cuentan con varios puntos de venta en todo el Estado. El objetivo es «que se coñeza o doce típico de Galicia en toda España», dijo. Cerró, como no podía ser de otra manera, con un «Viva a Festa da Bica» que los asistentes también corearon antes del aplauso final.
La Banda de Gaitas Os Trintas de Trives, que se encargó de los pasacalles desde primera horas, puso la nota musical al café con bica previo a que comenzara la sobremesa con un pinchadiscos. A las ocho habrá teatro en el auditorio Julio Vázquez y a las 22.30 horas dará comienzo el concierto de Son de Seu, que actúa en la rúa San Martín. Sin mucho tiempo para la resaca, los más atrevidos participan desde las ocho y media de la mañana del domingo en la andaina hasta la cumbre de Cabeza Grande, donde tradicionalmente se celebraba la romería con meriendas en el campo.