Los vigilantes abortaron la intentona y condujeron a sus integrantes al parque forestal de Beade
28 mar 2019 . Actualizado a las 13:50 h.Los guardias de seguridad de Prosegur contratados por las autoridades académicas para la vigilancia del campus universitario y sus edificios evitaron que la festividad del patrono de los ingenieros industriales, San José, conocido por los universitarios como San Pepe, se convirtiese en un macrobotellón. Los alumnos cargados con bolsas de plástico llenas de botellas de alcohol y refrescos no pudieron concentrarse en la plaza Miralles que están en obras por mantenimiento y los vigilantes impidieron que grupos de 20 ó 30 estudiantes se pusiesen a beber al aire libre en el campus y fueron invitados a seguir la fiesta al parque forestal de Beade.
Según relató uno de los estudiantes, los jóvenes que portaban avituallamiento fueron invitados a identificarse con el carné universitario, pero algunos no lo llevaban, así que tuvieron que recurrir al DNI convencional. «Como todos los años se bebía, pensábamos que podíamos hacerlo pero nos han dicho que no podemos reunirnos aquí», contaba uno de los estudiantes que optó por abandonar la zona junto a sus amigos. El grupo fue escoltado hasta los bancos del parque forestal de Beade, que se encuentra a unos centenares de metros de las instalaciones universitarias y una vez allí pudieron beber y charlar a gusto debajo de los árboles, en un día tórrido que invitaba a la ingesta de líquido.
Previamente en la Escuela de Ingeniería en Torrecedeira tuvo lugar un acto académico, presidido por el director del centro, Juan Pardo. La conferencia magistral corrió a cargo de Santiago Rodríguez Rubira, responsable de Producción Hidráulica de Endesa España. Después de la charla hubo una sesión vermú con música de piano, organizada por la delegación de alumnos.