Acusan a una mujer de Beade de robarle 14.000 euros a su vecina tras enterarse del número secreto de su tarjeta de crédito y sacar dinero durante dos meses

La Voz OURENSE

BEADE

Imagen de archivo de la localidad de Beade
Imagen de archivo de la localidad de Beade Santi M. Amil

La sospechosa aprovechaba las visitas a la casa de su amiga para coger la tarjeta de crédito, que devolvía tras ir a un cajero automático

16 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando le llegó el extracto del banco no lo podía creer. En dos meses habían desaparecido de su cuenta corriente 14.000 euros y ella no se había gastado ese dinero. Habló con sus allegados pronto empezaron a atar cabos y a desconfiar de una vecina que acudía mucho a casa de la mujer dada la relación de amistad que las unía. Ahora se cree que ella se habría aprovechado de esa confianza para quedarse con su patrimonio.

Así lo sospechan los agentes de la Guardia Civil, que esta misma semana han tomado declaración como investigada a esa persona. Se trata de una vecina de Beade de 43 años a la que se atribuye un delito continuado de hurto. La víctima tiene 75.

Todo comenzó hace algunos meses. Ambas mujeres tenían una relación de confianza dada la cercanía de sus viviendas y a menudo la más joven se prestaba a llevar a la mayor en su coche para realizar distintas gestiones. Entre ellas ir al banco. La sospechosa estaba con la septuagenaria cuando esta sacaba dinero del cajero automático y se sospecha que fue así como se quedó con su pin secreto. Esa clave personal de cuatro dígitos que es necesaria para realizar extracciones de efectivos, la guardó en su memoria.

Tampoco le resultó complicado conseguir la tarjeta. Ambas se visitaban en sus domicilios con frecuencia y cuando la sospechosa iba a casa de su víctima, lograba hacerse con el documento sin que esta se diera cuenta. Después cogía el coche e iba a la oficina bancaria más cercana para sacar una pequeña cantidad, quizás sin percatarse de que hoy en día en todas esas sucursales hay cámaras de grabación.

Hay constancia de que la primera operación se llevó a cabo el 22 de agosto, formalizándose la última el 1 de octubre. La ladrona se las apañaba para que la perjudicada no echase nunca en falta su tarjeta, ya que al parecer la devolvía después de coger dinero. Ahora se enfrenta a una acusación por hurto en el que podría aplicarse una circunstancia agravante de abuso de confianza. De momento el caso se está instruyendo en el Juzgado de Ribadavia.