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Las imágenes para el recuerdo de Carlos Velo en Cartelle de 1967 en el Centro Cultural Marcos Valcárcel
06 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Quiero hacer retratos tan intensos como las personas». R. Avedon.
La Fundación Carlos Velo, a través del encomiable trabajo de coordinación internacional realizado por Xosé Manuel Rodríguez, documentalista y periodista de La Voz de Galicia, la restauración del material fotográfico y producción artística de Xulio Gil, Xosé Enrique Acuña (comisario) y el Centro Cultural Marcos Valcárcel presentan: «A Volta a Cartelle». Fotografías, 1967. Trabajo inédito. Recopilación de imágenes de Cartelle y del entorno familiar de Carlos Velo, material privado que atesora el recuerdo y perteneció a Teresa Velo y que tras un proceso de recuperación del negativo realizado por Xulio Gil ven la luz por primera vez este conjunto de imágenes de carácter íntimo y reservado pero también gráfico y documental.
Una ocasión única para reflexionar sobre el éxodo y la memoria, la identidad y las raíces.
Carlos Velo, natural de Pereiros de Cartelle afianzó su posicionamiento galeguista siendo alumno de Vicente Risco en la Normal. A través de las sesiones de cine de la Residencia de Estudiantes, conoció a Lorca y como entomólogo recogió las hormigas rojas en la sierra de Madrid que protagonizan una de las escenas de Le Chien Andalou cortometraje escrito, dirigido e interpretado por Luis Buñuel. Velo estudio biología y presentó su tesis sobre los reflejos de las abejas en formato documental siendo ésta la primera tesis doctoral que se presentó en cine.
Tuvo que exiliarse a México durante la Guerra civil, donde se convirtió en uno de los fundadores del Ateneo Español y del Patronato de la Cultura Gallega del que fue presidente e impulsor de la revista Vieiros junto a Gurriarán, Luis Soto y Elixio Rodríguez. Participó en la creación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica. En 1971 dirigió el Centro de Producción de Cortometrajes desde el que promovió la renovación del cine mexicano y en 1975 pasó a dirigir el Centro de Capacitación Cinematográfica. Una personalidad en el ámbito audiovisual a nivel mundial cuya consolidación y reconocimiento se sustenta sobre su intervención directa o indirecta en las colaboraciones en proyectos cinematográficos internacionales como Cine Verdad para el director yucateco Barbachano Ponce o Raíces que obtuvo el premio de la crítica en el festival internacional de Cannes en 1953. Fue 14 años después cuando regresó a su Galicia natal después de 30 años sin ver a sus padres desafiando la prohibición que la dictadura había impuesto a su condición de prófugo obligado. Aprovechó para esta visita la presentación en el festival de Cannes de la película Pedro Páramo basada en la novela de su amigo Juan Rulfo de la que Velo es director. Las imágenes de este regreso a Cartelle 30 años después son el aprehender de un instante, atrapar un recuerdo para llevarlo consigo. De las casi 50 tomas originales se han recuperado 42 gracias a un laborioso proceso de limpieza de los negativos cuadrados de 6x6 propios de una cámara Rolleiflex analógica de formato mediano.
La intensidad de esta serie fotográfica viene dada porque sitúa al voyeur diletante en el espacio ocupado por Velo y hace que el protagonista de la imagen, su madre o su padre, miren al espectador con la misma energía emocional que dirigen a su hijo. Así el lenguaje gestual y el misterio de las miradas revelan más en lo que ocultan que en lo que expresan. La infinita ternura de una madre que siempre espera. Un silencio madurado en atardeceres naranjas, otoños dorados y noches interminables de ausencia. Las fotografías se estructuran en: retratos de su madre. Planos cinematográficos como escenas cotidianas, costumbristas con un primer tramo enfocado y una referencia contextual del medio natural con cierto desenfoque ambiental, imágenes para el recuerdo. Una de las fotografías en las que se superpone la imagen de su madre en distintos planos de distancia y tamaño, según la opinión del fotógrafo Mani Moretón viene dado por el arrastre de la cámara que trabándose provocó que distintas imágenes se montasen en el mismo negativo. Otra de las series es dedicada a su padre como serenidad, humildad y dignificación de la actividad agrícola. Retratos siempre integrados en el paisaje. Conmovedor resulta O retrato final en el que Velo aparece representado con sus progenitores. Otro tramo para el recuerdo es el recorrido que hace el padre del cineasta por Cartelle y la relación con los vecinos que aparecen retratados con la dignidad del trabajo en una Galicia ensombrecida por la invisibilidad.