Los bomberos de la capital realizaron treinta salidas durante la tarde por la caída de árboles y cornisas en numerosos puntos de la ciudad
01 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La capital ourensana vivió ayer una jornada de numerosos incidentes debido al temporal de lluvia y viento. Aunque las primeras horas del día fueron tranquilas, la tarde se presentó mucho más complicada y los bomberos de la ciudad registraron hasta una treintena de salidas entre las dos y las siete de la tarde. El viento fue el que provocó las peores incidencias, causando la caída de árboles. Uno de ellos, de grandes dimensiones, se precipitó sobre el cableado del parque Barbaña y la Alameda. Otro, también de gran tamaño, cayó sobre un turismo en Mende, aunque sin provocar heridos. También hubo peligro por la caída de cornisas y rótulos, por lo que los bomberos se emplearon a fondo para asegurar los que estaban a punto de caerse y retirar los que podían provocar daños a los caminantes.
Y como ha ocurrido en otras ocasiones, las fuertes lluvias provocaron también una fuerte crecida del río Miño, que inundó varias zonas del paseo termal de la ciudad. Desde primera hora agentes de Protección Civil y Policía Local controlaron la zona y cortaron el acceso para peatones en las pozas do Muíño, Outariz y O Tinteiro. También quedó sumergida la playa de la Antena, por lo que las autoridades reclamaron mucha precaución.
Fuera de la capital, las fuertes lluvias provocaron momentos de tensión en zonas cercanas a los ríos. Así, se registraron algunas inundaciones en localidades como Baños de Molgas y durante toda la jornada hubo alerta por el nivel del cauce de los ríos Avia y Miño a la altura de Ribadavia, ante el riesgo de que pudiesen producirse inundaciones. A primera hora de la mañana, Fenosa informaba de la apertura de compuertas en la presa de Castrelo de Miño. También el agua provocó problemas en Valdeorras, donde inundó la carretera paralela al embalse de O Aguillón (en A Rúa), y en las cercanías del río Leira (en Vilamartín). También influyó el temporal en la estación de esquí de Manzaneda, que estuvo cerrada a la práctica deportiva, aunque prevé abrir al público hoy.
Por otro lado, la carretera de O Barco a Prada (en A Veiga) quedó abierta al tráfico de madrugada, después de que un derrumbe de tierra que arrastró árboles y piedras la cerrase el viernes.
La nieve provocó, asimismo, incidencias en numerosos concellos. En Castro Caldelas muchos coches quedaron atrapados, siendo recuperados por personal del GES.