Los caudales de los ríos Arenteiro, Avia y Limia están un 90 % por debajo de lo habitual

c. andaluz / R. nóvoa OURENSE / LA VOZ

CASTRELO DE MIÑO

Álvaro Vaquero

En octubre llovió un 78 % menos de lo normal y el agua embalsada sigue bajando

31 oct 2017 . Actualizado a las 12:41 h.

En el presente año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de octubre, la precipitación acumulada media en la demarcación Miño-Sil ha sido de 31,3 litros por metro cuadrado, un 78 % por debajo de la media histórica, que es de 144,3 litros. Las lluvias, que se produjeron el pasado día 23, no sirvieron ni para aliviar la situación de los embalses cuyo nivel sigue decreciendo semana a semana y mucho menos de los ríos.

Actualmente las presas ourensanas acumulan de media un 45,22 % de su capacidad máxima, casi un 20 % por debajo que lo que es habitual en estas fechas. Una cifra alarmante si se tiene en cuenta que no está previsto que llueva en los próximos días. El embalse de Albarellos, en el río Avia, no alcanza el 30 % de su capacidad total y otros como el de Edrada, en el río Mao, según los datos recogidos ayer, se encuentra al 21 %. Caso aparte merecen presas como las de Velle o Castrelo de Miño en las que se acumulan grandes cantidades de agua. Una retención que se deja ver aguas abajo, con el descenso en algunas zonas del Miño.

Ríos casi secos

La situación de los ríos de la provincia es más dramática. Muchos de ellos se encuentran casi secos y es posible cruzarlos sin ni siquiera mojarse. Los de caudales más bajos, con respecto a lo que es normal en estas fechas, son el Limia en Lobios (-94,2%), el río Arenteiro en O Carballiño (-93%) y el Avia en Leiro (-93,8%). Le siguen el Arnoia a su paso por la localidad del mismo nombre (-80%), el Avia en Ribadavia (-70%) y el Limia en Bande (-69%). El Sil a su paso por O Barco de Valdeorras también ha descendido más de lo normal, aunque en este caso sea en un porcentaje mucho menor que los casos anteriores, un 39 %.

En este escenario provocado por la sequía y con la activación de alerta, el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, quiso enviar un mensaje a los ourensanos para que realicen un consumo responsable del agua. Apuntó, especialmente, a las pequeñas poblaciones repartidas por el rural ourensano y a los sectores productivos como los principales afectados por la merma de agua. Explicó que octubre fue un mes con unas precipitaciones muy por debajo de la media y que esto se estaba notando en el estado de los ríos.

Cuestionado sobre si se plantea tomar alguna decisión más relacionada con la sequía, Francisco Marín indicó: «Las medidas son las correctas y no está prevista ninguna relacionada con el abastecimiento de agua en los grandes núcleos».

El agua en la capital está garantizada a corto y largo plazo

El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil dejó claro que el abastecimiento de agua a la ciudad de Ourense y a los ayuntamientos limítrofes no es y no será una preocupación, al menos en un horizonte cercano. «El agua está garantizada a corto y medio plazo, porque estamos en la parte baja de la cuenca. No habrá ningún problema», zanjó Francisco Marín. En todo caso, se aumentará la vigilancia para evitar dificultades puntuales en el suministro como sucedió, según explicó, de forma puntual en lugares de Pereiro, Nogueira de Ramuín y Coles durante la pasada semana. «Se bajó el caudal de la presa de Velle más de lo habitual. Ya se envió un aviso a Gas Natural para que no baje de una cuota determinada para garantizar el correcto suministro», concluyó el presidente de la CHMS.