El conselleiro de Medio Rural se reunió con los alcaldes de O Barco, Rubiá y Carballeda de Valdeorras tras la ola de incendios
28 jul 2022 . Actualizado a las 21:45 h.El monte volvió a arder este jueves en la provincia de Ourense. El fuego comenzó a media tarde en la parroquia de Barral, en Castrelo de Miño, y se propagó rápidamente, pasando al municipio de Cartelle. Mientras los servicios de extinción siguen trabajando para controlarlo, el conselleiro de Medio Rural, José González, apuntaba al origen intencionado del fuego. «Hoxe apareceron artefactos incendiarios en diferentes puntos de Galicia. O lume de Saviñao, en Lugo, xa se sabe que foi claramente provocado e o mesmo ocorre co de Castrelo de Miño. Imos ser moi claros na condea destes comportamentos», afirmó. El conselleiro visitó O Barco de Valdeorras para reunirse con el alcalde del municipio y con los regidores de Rubiá y Carballeda, los tres concellos ourensano afectados por los incendios. «Houbo unha gran afectación, ao redor das 10.000 hectareas. Estanse facendo os traballos de remate, que son complicados tratándose de lumes como os que se viviron a pasada semana, pero estamos a piques de decretar a súa extinción», añadía González, que pidió a los vecinos su colaboración a la hora de poner fin al fuego provocado y recordó el teléfono gratuito para denunciar comportamientos sospechosos, el 900 815 085.
El conselleiro de Medio Rural anunció desde Valdeorras que este viernes la Xunta publica ayudas que llegan a los nueve millones de euros para los afectados por los incendios. Avanzó que los profesionales del centro de investigación do Lourizán ya están estudiando el terreno en O Courel y próximamente llegarán a la comarca de Valdeorras. «Eles marcarán as medidas paliativas para evitar o risco de erosión ou escorrentías e necesitamos que os alcaldes nos trasladen cales son aquelas zonas que teñen máis perigo», comentó. Los incendios en Vilariño de Conso y Saviñao están controlados, el de Castrelo de Miño ha pasado a estar estabilizado y los de Carballeda de Valdeorras y Folgoso do Courel han sido por fin extinguidos. En la reunión con los regidores hablaron sobre la gestión del territorio, pues uno de los problemas que se hizo patente durante esta última ola de incendios, fue la gran cantidad de combustible, de maleza seca, que el fuego se encontró a su paso en los núcleos más abandonados del rural.