Mar López Sotelo desgrana los secretos de los esgrafiados que descubrió en la Ribeira Sacra

Una de las propuestas del programa navideño de Castro Caldelas es la presentación del libro Esgrafiado galego, un museo ó aire libre, de Mar López Sotelo. La divulgadora cultural hablará sobre el trabajo que inició hace más de tres años al descubrir en una aldea de Sober «una pared encalada con dibujos extraños», como ella misma cuenta. Tras una compleja investigación concluyó que se trata de un nuevo arte, uno propio de Galicia, los esgrafiados estilo gallego. «Nada tienen que ver con los de la mezquita de Córdoba o los que hacía Gaudí», explica. El uso de agua, arena y cal se utilizaba como un recurso para tapar las paredes de casas humildes y darles apariencia de más valor. Y después se hacían las incisiones en el encalado para reflejar los dibujos, que podían ser escenas de caza o de baile, pero también es posible localizar alguno en el que se ve claramente una jarra de vino de Gundivós. «El primero que encontré fue una escena de caza, que es como la cueva de Altamira de los esgrafiados», señala López. «He descubierto que donde hay petroglifos y románico hay esgrafiados», señala. Los más antiguos datan del siglo XI.

Será el día 29 a las 18.30 horas en el castillo de Castro Caldelas. Los asistentes podrán ver la exposición Gran fiesta de la cultura de cuadros de esgrafiados, que estará en el salón noble durante un mes.

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