Es la provincia gallega que, junto con Lugo, se muestra menos proclive al alquiler
17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los ourensanos son, junto con los coruñeses, los gallegos que más se inclinan por comprar casas para vivir. De hecho superan en dos puntos el 60 % de la media gallega en este régimen de tenencia en la vivienda principal. Pero a las compradas hay que unir también un 18 % de domicilios en propiedad habitados durante todo el año y que no son adquiridos, sino producto de herencias. Gracias a ese último tipo, la provincia ourensana se coloca con cerca del 80 % de viviendas en las que sus habitantes son, además, sus dueños. Eso supone tres puntos por encima de la media gallega. Es, de hecho, la segunda -después de Lugo- en viviendas principales en propiedad. Y es que aunque los lucenses compran menos que los ourensanos, el porcentaje de los que habitan casas heredadas es mayor.
Por el contrario, los domicilios habituales cuyo régimen oficial de tenencia es el alquiler no seducen demasiado a los ourensanos. Son menos del 10 % en el conjunto de la provincia. Solo a los lucenses les gusta tan poco esta opción. La estructura más rural de ambos territorios es una de las razones que explica ese menor índice de viviendas alquiladas. De hecho en la ciudad la cosa cambia. Ourense tiene una tasa de alquileres siete puntos superior a la media provincial y similar al del resto de las principales ciudades gallegas; más parecido al de Ferrol o Santiago, aunque ligeramente menor -entre dos y tres puntos- de los que presentan los núcleos urbanos de A Coruña o Vigo.
Diferencias por comarcas
Analizando la situación de los domicilios en las distintas comarcas ourensanas, las cosas cambian notablemente de un punto a otro de la geografía provincial. Así, mientras la comarca de Ourense presenta un 14,5 % de viviendas principales en alquiler -indudablemente influenciada por los datos de la capital- hay territorios, como los integrados en Terras de Celanova o Terras de Trives en los que solo dos de cada cien viviendas ocupadas todo el año lo están en régimen de alquiler. Entre ambos extremos se presenta un abanico amplio.
Por ejemplo, la comarca de Valdeorras es la que parece más proclive a esta opción -exclusión hecha de la capital-. En esa zona del oriente ourensano un 9,9 de las viviendas no están ocupadas por sus propietarios, sino por inquilinos. Sin embargo la de Verín, con una cifra de casas abiertas similar a la anterior, solo tiene a un 7% de sus domicilios en alquiler; y la comarca de O Carballiño, que tiene más viviendas totales abiertas que cualquiera de las dos anteriores, solo presenta un 5,7 % de inquilinos. La comarca de Allariz-Maceda, con un 5,9 % supera a las tierras de O Orcellón.
En A Baixa Limia el porcentaje no llega a cuatro de cada cien, mientras que en Terra de Caldelas el alquiler para la vivienda principal se da en un 5,4 % de los casos, lo que coloca a este territorio cuatro décimas por encima del de O Ribeiro.
Es curioso también el empate técnico entre las comarcas de Viana y A Limia, ambas con un 4,6 %. A pesar de que la primera está marcada por su orografía de montaña, con peores infraestructuras viarias y sus núcleos muy dispersos, el porcentaje de viviendas principales en alquiler con respecto al total es clavado al que presenta la mucho más accesible y con un potencial mayor sobre el papel para atraer a nuevos residentes interesados en establecerse.
Las viviendas más comunes tienen cinco habitáculos, dos de ellos dormitorios
A la hora de elegir una vivienda como domicilio habitual, los ourensanos no difieren demasiado del resto de gallegos. La mayoría, un 45 % residen en una casa que tiene cinco habitáculos, con un baño y dos habitaciones, además de la cocina y el comedor o salón. La media gallega de este tipo de división del espacio se da en el 36 % de las ocupadas. La segunda opción en el ránking son las de tres dormitorios que, en el caso de los domicilios ourensanos que se usan como vivienda principal, representan un 23 % del total.
Aunque la crisis económica de los últimos años ha generado cambios tanto en la oferta como en la demanda, las variaciones en porcentajes no son significativas en la provincia; ni en cuanto al régimen de tenencia, ni en la distribución física de las casas en las que residen los vecinos. Tampoco comparando datos del 2001, con el 2011 y el 2014 se aprecian en las viviendas adquiridas en propiedad que se utilizan como domicilio principal grandes oscilaciones entre las que ya están totalmente pagadas y las que todavía tienen hipoteca pendiente.
Por comarcas, en las de A Baixa Limia, Celanova y Caldelas es donde menos inmuebles comprados como vivienda habitual tienen aún hipoteca abierta -por debajo del 10 %- mientras que en la comarca ourensana hay un 33 % de residentes en esa situación. El 72 % de los habitantes de Valdeorras duermen tranquilos en ese aspecto, igual que el 74 % de los de la comarca carballiñesa y el 78 % de los que residen en la de Verín o el 81 % de los vecinos de O Ribeiro.