Un tótem con el nombre de Celanova, en la misión del Ejército en la Antártida
CELANOVA
Escolares de la villa conectaron con militares españoles que apoyan a los científicos en el continente helado
19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A 12.556 kilómetros, con una Antártida en la que nieva en pleno verano austral, viajaron los alumnos de Celanova, vía Skype, para conocer algunas de las características de este enorme y helado continente, contadas por el celanovés Antonio Donis y por José María Prada, responsables de comunicaciones de la misión que el Ejército de Tierra desarrolla en la Isla Decepción para apoyar las investigaciones científicas españolas, y de otros países, que se están llevando a cabo allí.
Los alumnos de quinto y sexto del CEIP Curros Enríquez, y también después estudiantes del colegio Sagrado Corazón, tuvieron la oportunidad de ver imágenes en directo de la base Gabriel de Castilla, situada en la isla volcánica en la que se desarrolla la misión.
Los niños se interesaron por la diferencia horaria. Eran las once cuando conectó el colegio desde Celanova, las siete de la mañana en la Isla Decepción. Y aunque es verano y la Antártida es un continente desértico en el que apenas llueve, los militares tuvieron que emplearse a fondo en la víspera, contó el capitán, para limpiar la nieve caída. Los niños quisieron saber dónde nacen las focas o los pingüinos, si en el agua o en tierra y si los expedicionarios sufren problemas de avalanchas. Prada relató que en verano casi toda la jornada es diurna y que muchos pingüinos se acercan a la base española. «Les gusta mucho curiosear como los gatos, son muy simpáticos», detalló. El Ejército mantiene una campaña de apadrinamiento de pingüinos, en la que colaboran alumnos y profesores de Celanova. Llevan 30.000 apadrinamientos. Tras la conexión, brevemente interrumpida, Donis salió al exterior. Enseñó la base y un tótem con señales entre las que figura la de «Celanova, 12.556 kilómetros», con unos versos de Celso Emilio Ferreiro.