La joven de Cortegada mató al hombre que conoció en una web de citas asfixiándolo con una almohada

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

CORTEGADA

La confesión se ha producido ante la jueza en la finca donde aparecieron restos humanos

22 dic 2021 . Actualizado a las 20:05 h.

La misteriosa desaparición de un vecino de Barcelona que viajó el pasado mes de agosto hasta la localidad ourensana de Cortegada empieza a aclararse. Esta mañana, Cristina R.V, la mujer que le confesó a su psiquiatra haber quemado el cuerpo del hombre con el que mantenía una relación sentimental, ha asegurado a la jueza que también lo mató. La confesión se ha producido en la finca de Os Rabiño, el lugar donde anteriormente habían aparecido restos biológicos, bajo la tierra de la huerta. La presunta homicida ha acudido al lugar esta mañana, acompañada de la jueza  y la secretaría judicial. Allí, la mujer ha explicado que mató a José María R. Z. y que después decidió quemar su cadáver, esparciendo posteriormente sus restos.

Cristina ha dado detalles sobre la noche en la que cometió el crimen, la del 24 de agosto. Tras una discusión suministró medicamentos al hombre para dormirlo. Después lo asfixió con una almohada. Cuando comprobó que había fallecido pensó en la manera de deshacerse del cadáver. 

La confesión de la joven, que probablemente será acusada de homicidio, coincide con la reanudación de las labores de búsqueda de los restos de la víctima, en las que participa un amplio dispositivo. Las pesquisas se centran en el exterior de la vivienda, donde el martes ya se encontró un pie y ahora han aparecido un brazo y varios dedos. Ha sido necesario desbrozar la zona para, siguiendo las indicaciones de la presunta asesina, dar con estos restos. También se ha localizado una consola Play Station que era propiedad de la víctima.

En el lugar de los hechos, todavía trabajan miembros de la Guardia Civil, en busca del cadáver. Hasta Cortegada se han desplazado agentes desde Madrid y además se ha solicitado la presencia de buzos para proseguir con la búsqueda en el embalse de Frieiras, toda vez que la joven ha confesado que repartió los restos por distintos puntos.

Ante el psiquiatra

Ayer por la tarde agentes del equipo de Policía Judicial de Ourense localizaban enterrados en la finca de una casa de este municipio restos humanos que podrían ser del hombre, de 53 años. El hallazgo no fue casual, sino resultado de una búsqueda que se había desatado veinticuatro horas antes, después de que la mujer que tuvo una relación sentimental con el desaparecido, Cristina R. V., hubiera acudido a una consulta con el psiquiatra y, durante la entrevista, confesara que se había encontrado muerto al hombre y, presa de los nervios, decidió deshacerse del cadáver.

Aunque primero fue atendida en la unidad de agudos del hospital ourensano, horas después la mujer pudo ya prestar declaración ante los agentes, quedando ya detenida. Tras varias horas de búsqueda y con la colaboración de perros adiestrados en la búsqueda de restos biológicos, se encontró bajo la tierra de una huerta un pie.   

La sospechosa y su presunta víctima se conocieron a través de una página web de contactos semanas antes de los hechos, y acordaron que el hombre viajaría hasta Ourense para intimar. Tres o cuatro días antes de morir, ella fue a buscarlo en su coche al aeropuerto de Peinador, en Vigo, y juntos se trasladaron a la casa de la joven en Cortegada, donde pasaron varias jornadas juntos. La mujer aseguró en un primer momento que el 24 de agosto se lo encontró inconsciente en su sofá por la mañana y que, tras cerciorarse de que había muerto, decidió ocultar el cuerpo en lugar de avisar a los servicios sanitarios. Lo hizo calcinando el cadáver con un líquido inflamable. Posteriormente enterró algunos de los restos, mientras que introdujo otros en una bolsa y los lanzó al río Miño. Ahora, ha confesado ser también autora de su muerte.

Denunció la madre

La madre del hombre fue quien denunció su desaparición ante los Mossos d'Esquadra tras varios días sin tener noticias de su hijo. La policía catalana supo que se había trasladado hasta la provincia de Ourense para conocer a una mujer y contactó entonces con la Guardia Civil, que estudió las últimas ubicaciones del teléfono móvil del desaparecido. Esto propició que se le situara en la madrugada de su último día de vida en el domicilio de la sospechosa y en otros puntos de Cortegada. De hecho, a Cristina R. V. ya se le había tomado declaración en relación con este asunto. Primero, aseguró que la noche anterior a morir su amante, ambos habían discutido y él se había tomado varias pastillas, entre ellas algunos ansiolíticos