El influyente «The Wall Street Journal» traslada desde Galicia las consecuencias de la concentración financiera
30 ene 2015 . Actualizado a las 07:38 h.Al diario económico neoyorquino The Wall Street Journal le ha llama la atención el descenso del número de oficinas bancarias en España. Y para contar lo que ha sucedido se ha ido a Galicia. El influyente rotativo estadounidense toma como ejemplo Larouco, en la comarca ourensana de Valdeorras, que describe como una localidad de 544 vecinos que perdió hace unos años su única oficina bancaria, lo que obliga a sus habitantes a desplazarse ocho kilómetros, hasta A Rúa, simplemente para conseguir dinero en efectivo, dice el periódico. Y eso sucede en el país con mayor ratio de sucursales por habitante de toda la Unión.
La razón de ese cierre, y del de otros miles más, la explica el diario económico así: «Por toda España, las cajas de ahorros se han fusionado, han cerrado o han sido nacionalizadas en los últimos años, después de que los promotores [sic] declararan la suspensión de pagos de decenas de miles de créditos». La salida a esa situación fue, según el Wall Street Journal, los 42.000 millones de euros recibidos de la UE por España para el rescate bancario. Pero a cambio de acceder a esos fondos, explica el periódico, Madrid forzó a los bancos rescatados (como Novagalicia) a cerrar miles de sucursales.
El diario neoyorquino recuerda que en España se han perdido 10.718 sucursales entre el 2009 y el 2013, «el 44% de todas las que se han clausurado en ese período en la eurozona». Y el ejemplo vuelve a ser Ourense: «Es una de las [provincias] más castigadas por el cambio del panorama crediticio en España, contaba con 376 sucursales bancarias en septiembre del 2008 y en septiembre de 2013 tenía 231». En el verano del 2012 La Voz ya reveló que era el lugar de España con mayor impacto en el cierre de sucursales y la pérdida de empleados bancarios.
La corresponsal del diario en España explica que la forma de solventar la situación creada con la desaparición de las oficinas en algunas localidades ha sido el uso de autobuses que hacen visitas semanales y en los que se puede ingresar o sacar dinero.
Las alternativas
También explica que otro de los métodos es la banca en el teléfono móvil. Pero esta fórmula, según la periodista, no es adecuada para lugares como Ourense donde «casi un tercio de la población tiene más de 65 años». «No estamos preparados para eso, para el móvil», dice uno de los vecinos citados en la información, que, relata, ha de coger un taxi y pagar 12 euros simplemente para sacar dinero en la oficina de otra localidad. «Gastamos un poco menos en vino», bromea. Algunos directivos de banca citados en el reportaje cree que el cierre de oficinas ha ido demasiado lejos, y se lo están replanteando.